La llegada del nuevo coronavirus hizo que los más pequeños de la casa tengan que adaptarse a una nueva normalidad, siendo los más afectados durante la pandemia.
Ante ello, se han visto diferentes dificultades presentadas por los niños en sus hogares, algunos porque todavía no pueden adaptarse a las clases virtuales, otros que no logran encontrar una buena estimulación para realizar sus actividades cotidianas. Al respecto, en Caretas Digital conversamos con el doctor Carlos del Águila, médico endocrinólogo pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN), quien nos detalló cuáles son las alteraciones que presentan los niños tras la llegada del Covid-19.
“Debido al cierre de las escuelas y la suspensión de las clases presenciales, no ha sido posible detectar a tiempo algunas alteraciones porque usualmente eso se veía en las reacciones cuando compartían en las escuelas. Sin embargo, hoy en día no lo hacen”, resalta del Águila.
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En esa misma línea, precisa que al cancelarse las clases presenciales, “ha generado una reducción de la actividad física y un aumento del sedentarismo en los niños, lo que repercute negativamente en su estado de salud, principalmente, por el exceso de peso que registran y limitan su progreso adecuado”.
Lo que el experto recomienda es que los padres deben llevar un seguimiento anual de control de crecimiento y desarrollo del niño sano, señalando los centímetros y fecha de cada medición. Esto se puede hacer, explicó, a través de tallímetros o de marcas sutiles en las paredes.
“Es importante saber que el crecimiento anual en niños desde los cinco años, es de 5 cm por año y a partir de la pubertad se registran los conocidos estirones que, en los varones corresponde a un aumento entre 10 a 12 cm por año, mientras que en las mujeres de 8 a 10 cm”.
Asimismo, el doctor recalca que no es bueno que los menores usen por mucho tiempo los equipos tecnológicos, incluso detalla que ya “se ha demostrado retardo de lenguaje tras el uso continuo de los celulares”.
Finalmente, recomienda que puedan brindarles diferentes espacios para que puedan jugar, distraerse. “Pueden llevarlos un día al parque, debidamente protegidos o también pueden sacarlos a la puerta de la casa para jugar, porque todo el tiempo están en su cuarto en el mismo espacio, que no es recomendable”.