Gracias a los Juegos Panamericanos Lima 2019 quedó más claro que nunca: la vida es una carrera de fondo. Y vaya que los peruanos somos especialistas en ello. Este año exigió especial tenacidad para caminar cuesta arriba y bracear contra la corriente. Y no solo en el deporte.
Activistas, funcionarios, académicos, políticos, empresarios, periodistas y ciudadanos en general tuvieron que enfrentar la corrupción, la mezquindad, la desidia y (notoriamente) el desprestigio en sus propios gremios. CARETAS homenajea a todos ellos con los Premios a la Resistencia y en especial a ‘Piccolo’ Clemente, Paulina Facchin, Arzobispo Carlos Castillo, Martín Benavides, Roxana Quispe, Gabriel Pietro, Claudia Suárez, Tatiana Espinoza, Salvador Del Solar, Israel Hilario, Carlos Neuhaus y Sharmelí Bustíos.
Gente que durante todo el año –y a veces durante toda una vida– persevera en las causas justas.
Guerrera Llanera – Paulina Facchin

Son contadas las ocasiones en las que una extranjera es Premio de Resistencia. Pero la integración es el signo de los tiempos ante la diáspora venezolana. Y Paulina Facchin la encarna.
Desde su llegada en el 2011, la abogada brega por integrar a sus compatriotas a nuestra sociedad y esa es la misión de su ONG Haciendo Futuro. Es decir, insertarlos en el ámbito laboral, económico y social. “Desarrollamos estrategias de educación como una forma de cambio para integrar a sectores muy vulnerables como lo son niños, niñas, adolescentes y mujeres”, cuenta.
También apunta a mejorar la calidad profesional, ética y moral de cada venezolano. Es la vacuna contra cualquier embate xenófobo contra personas que solo buscan una mínima calidad de vida. Lejos de su patria y familia.
Actor Político – Salvador Del Solar

El conflicto político que tuvo en vilo al país llegó a su fin el 30 de setiembre del 2019. O al menos terminó en la forma en la que comenzó tres años antes: con un Legislativo y un Ejecutivo de signos distintos, trenzados en una confrontación que desembocó en la parálisis.
Ese día, el entonces primer ministro Salvador del Solar pisó el escenario del hemiciclo y realizó la actuación más importante en lo que va de su carrera política. El objetivo era plantear la cuestión de confianza sobre la modificación en las reglas de juego para designar a los miembros del Tribunal Constitucional.
El gobierno acababa de salir del episodio de la propuesta de adelanto de elecciones generales, que fue rechazada por el Congreso. Pero en lugar de replegarse, el parlamento optó por alterar apresuradamente el balance de poderes en el TC para orientar decisiones cruciales que, incluso, podían llegar a jaquear al Ejecutivo.
A pesar de la invocación para tomarse un respiro y elegir de manera transparente, el Congreso pisó el acelerador y designó a un primo hermano de su presidente Pedro Olaechea. El mandatario Martín Vizcarra consideró que la cuestión de confianza había sido denegada en la práctica y disolvió el Congreso ese mismo día.
El desenlace todavía está abierto a la interpretación que haga el Tribunal Constitucional. Fue Del Solar quien intentó hasta el final procesar un entendimiento con la mayoría parlamentaria y luego quien tomó el toro por las astas para otorgarle a Vizcarra la facultad disolutiva.
Desde entonces guarda silencio, y ni siquiera queda clara su opinión ante la decisión del presidente, pero ya se colocó a la cabeza del partidor de las elecciones del 2020. Su resistencia será puesta a prueba con ese objetivo en mente.