La Amazonía peruana es uno de los lugares que más atrae a mineros ilegales. Uno de los territorios más azotados es la Nación Wampi, que padece la contaminación de sus aguas y tierras, además de la deforestación de los bosques.
Wrays Pérez, presidente del Gobierno Autónomo Wampis recuerda que cuando empezó la pandemia, madereros ilegales del Ecuador entraban por la frontera a sorprender a sus comunidades y aprovecharse de su necesidad. Empezaron a comprar palo de balsa y generaron la división.
“Hemos ido a pedirles (al Gobierno) que controlen la frontera porque esto es territorio del Perú, pero nunca han venido. El Ejército ni siquiera tiene un peque peque, ni siquiera una canoa para trasladar el control territorial. Entonces, estamos hablando de un serio problema de ausencia del Estado en territorio fronterizo”.
La organización y operativos para combatir la minería ilegal va por cuenta de los Wampis.
“Nosotros creemos que los combustibles fósiles no tienen que seguir existiendo y debemos buscar otras alternativas de energía como los paneles solares. Tal es así que yo tengo energía en mi comunidad de panel solar y tengo energía las 24 horas”, recuerda.
Esta es la tercera vez que el Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis (GTANW) estuvo presente en la COP26, contando no solo su experiencia de cómo cuidar y conservar la Amazonia. También invitó a los asistentes a invertir en la Amazonia, para empezar a recuperar los bosques, pero también para generar alternativas económicas.