“Ha sido una carrera de largo esfuerzo”, dice la ingeniera peruana Aracely Quispe, nacida en Motupe, Lambayeque.
Actualmente, ella forma parte de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) y lideró el lanzamiento —el pasado miércoles 22— del telescopio más importante de la historia: James Webb, que buscará mirar hacia el pasado, a unos cientos de millones de años después del Big bang.
Para llegar a comandar este suceso, Quispe tiene una historia particular. “Me interesé en la astronomía desde muy pequeña. Un hecho que me llamó la atención y marcó ese interés fue haber visto un video de la llegada de Neil Armstrong en 1969 a la Luna”, cuenta desde Estados Unidos.
Precisamente, en tierras norteamericanas, Quispe pautó su camino. “Conseguí una beca para practicar karate por tres meses aquí. Cuando terminó, decidí quedarme”, cuenta. “Me matriculé en un colegio comunitario de Maryland para estudiar Ingeniería Tecnológica Espacial. Allí me dijeron que si quería llegar a la NASA, debía estudiar también Ingeniería Astronáutica”.
Quispe postuló al Capitol Technology University (CapTechU), en Maryland, que tenía un convenio con la NASA. Ser una de las mejores estudiantes de su clase le permitió alcanzar su sueño. Y ser reconocida a nivel mundial. Un premio a la dedicación, esfuerzo y sacrificio.
Bien merecido.