El magistrado del Tribunal Constitucional, Eloy Espinosa-Saldaña Barrera, requiere 20 donantes de sangre para poder ser sometido a una intervención quirúrgica de trasplante de pulmones debido a la fibrosis pulmonar que padece. “Nunca me ha gustado pedir favores, pero ahora es inevitable. Parece que se acerca la oportunidad de mi trasplante de pulmones”, señaló en su cuenta de Facebook.
“Sin embargo, para el momento decisivo, el Hospital Almenara, el único que en el Perú hace estos trasplantes, me piden por lo menos veinte donantes de sangre RH negativo grupo 0, y cuatro personas para sacarle plaquetas (allí no importa el tipo de sangre)”, dijo.
Espinosa-Saldaña es solo un ejemplo de la brecha de donantes en el Perú. Desde la llegada de la pandemia en el país solo existe un donante de órganos por millón de habitantes. A través de su cuenta de Facebook, Saldaña exhortó a las personas a donar. “Por favor, donen sus órganos. He visto y he vivido en carne propia la tragedia de personas que literalmente se mueren en la puerta de un hospital o una clínica por falta de los órganos necesarios, con médicos (as), enfermeras (os) y técnicos(as) impotentes de poder ayudar”, dijo en octubre pasado.
“Agradezco desde ya a que no tomen este mensaje como una broma, o como un espacio para atacar sin fundamento a alguien que ahora está en una situación difícil. Gracias desde ya a quienes muestren su apoyo y comprensión, en una circunstancia bajo la cual nunca me gustaría que se encuentre alguno o alguna de ustedes”, comentó.
Pero el problema trasciende fronteras, siendo el Perú uno de los países con menor cantidad de donantes de órganos en América Latina, encontrándose en el penúltimo lugar después de Paraguay y Bolivia.