Esta es la composición del grupo de trabajo ad hoc de bomberos anunciado sorpresivamente el miércoles 26 por el director de la Oficina General de Integridad del Ministerio del Interior, César Segura:
1. Él mismo.
2. El comandante general de Bomberos.
3. El intendente nacional de Bomberos.
4. Un representante del gabinete de asesores del Ministerio del Interior.
5. Un representante de la Oficina General de Planificación y Presupuesto de Interior.
Lo primero que llama la atención es que los bomberos son minoría frente a los representantes de Interior. Lo segundo, y mucho más serio, es que el comandante general Andrés Ángeles sea parte del Grupo.
En marzo pasado, siendo comandante general interino, Ángeles fue sancionado por contratar el año 2010 los servicios del taller mecánico de su cuñado. El Tercer Juzgado Especializado en Corrupción de Funcionarios Públicos lo condenó ese mes a tres años de prisión suspendida, el pago de una reparación civil y la inhabilitación del cargo por seis meses (CARETAS 2596).
Pero Ángeles se ha zurrado en la sentencia. No solo sigue despachando, sino que ahora parece contar con el aval del Ministerio del Interior. César Segura se aventura así en terreno minado.
En el último episodio de la disputa entre Ángeles y el intendente Hallenbeck (CARETAS 2596), el primero ordenó a las compañías de bomberos no proporcionar información a la Intendencia y prohibió el acceso de sus funcionarios a las instalaciones.
El Ministerio del Interior ahora salta al escenario como un bombero en pleno incendio, pero tiene una buena cuota de responsabilidad en la presente crisis.
En diciembre anunció una investigación por la compra de equipos de respiración inadecuados por tres millones de soles –adquiridos tras el dantesco incendio de Las Malvinas, en junio de 2017–, de la que seis meses después aún no se sabe nada. Y tiene el 40% de la torta presupuestal para la compra de equipo de protección personal y equipo de protección respiratoria autónomo, aún sin ejecutar.