Una de las constantes que siempre ha sido una gran diferencia entre varones y mujeres, es el salario que reciben. Y, aunque en el Perú se ha logrado incorporar a las mujeres en diferentes ámbitos del campo social, la brecha salarial continúa.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una profesional y madre de familia recibe un salario 12.9% menor que una mujer que no tiene hijos. En Perú, a pesar de existe la Ley Nº 30709, Ley que prohíbe la discriminación remunerativa entre varones y mujeres, esta no se aplica.
Para la socióloga especializada en temas de género, Yolanda Roca, la Sunafil debería de hacer seguimiento y fiscalización en las empresas donde todavía persiste la discriminación de salarios.
“Inclusive hay multas fijadas para las empresas que infrinjan la ley. De lo contrario, se vuelven cómplices de esta brecha”, señala.
El ingreso promedio de las peruanas, en tanto, representa el 72.4% del ingreso de los hombres, es decir, hay una brecha salarial en favor de los hombres de S/ 506 soles en promedio, aun cuando existe en nuestro país una ley que lo prohíbe, la ley N° 30709.
“Si queremos seguir avanzando en la lucha de lograr una igualdad en los salarios de ambos géneros debemos quitarnos los prejuicios y mitos que se han construido alrededor de -por el único hecho de ser mujer- deben ganar menos”, agrega.
Yolanda Roca, considera que es el gobierno debe impulsar medidas para el cierre de brechas salariales, sobre todo “reactivar el mercado laboral femenino”, más aún, con las dificultades que trajo la pandemia del Covid-19.
“Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe en países como Panamá, Chile, Brasil o Colombia, las trabajadoras de la salud tienen ingresos al menos un cuarto menor que los de los hombres realizando las mismas actividades. Todo ello configura un gran desafío para las trabajadoras de este sector”.
El machismo imperante
La violencia machista sigue sin detenerse. El feminicidio es la expresión más aguda del desprecio hacia nuestras mujeres y poblaciones vulnerables que son afectadas directamente.
En nuestro país, en el 2021 han sido asesinadas 147 mujeres, nueve más que en el 2020. Asimismo, son aproximadamente 5000 mujeres desaparecidas.
En un esfuerzo por agilizar la atención de casos de violencia a la mujer e integrantes del grupo familiar el Poder Judicial y la Policía Nacional del Perú han puesto en marcha un sistema web de interoperabilidad entre comisarías de familia y juzgados especializados.
La iniciativa no sólo permitirá la transmisión inmediata de información de ambas instituciones, sino que acelerará el otorgamiento de medidas de protección en favor de las víctimas.
“Aun con todo, los esfuerzos son lentos. Las capacitaciones al personal policial deben ser permanentes para poder hacer seguimiento de las mujeres que son encontradas y las que aun siguen desaparecidas, para ello debe estar enfocado como política pública con presupuestos suficientes para poder contar con personal adecuado”, enfatiza la socióloga.
Desafíos
Bajo la mirada de Roca, Perú debe tomar el ejemplo de naciones vecinas que han incluido políticas públicas orientadas a revertir el panorama drástico.
Para ello debe emprenderse “una reforma social donde se incluyan políticas de cuidado hacia nuestros niños, niñas y poblaciones vulnerables en coordinaciones con empresas privadas y públicas”.
También es necesario, al hablar de reactivación económica hacia las mujeres tener en cuenta, que debido al cuidado de sus familias y haber tenido menores oportunidades laborales con menos horas trabajadas, se tenga presente estos indicadores a la hora de reinsertarse en el mercado laboral.
“Corresponde a nuestros gobiernos tener claramente un compromiso político, y es que es desde las necesidades particulares de nuestras mujeres en todo lo arriba mencionado que deben implementarse estrategias que permitan su desarrollo en un contexto de pandemia y fuera de ella”, finaliza la especialista.