Un conflicto que aparentemente había empezado a solucionarse podría estallar nuevamente y sumarse a la serie de protestas, paros y bloqueos que se siguen produciendo en nuestro país. La comunidad campesina de Aquia alertó, a través de un comunicado, que las autoridades del Ejecutivo y la empresa minera Antamina, con la que sostiene un conflicto, han descuidado la mesa técnica de diálogo de alto nivel que se había instalado en noviembre del año pasado.
La última reunión entre los comuneros, los representantes de Antamina y el Ejecutivo se realizó el 20 de enero del 2022. Desde esa fecha, los representantes de la comunidad reciben un sinfín de excusas de parte de funcionarios del Gobierno y de la empresa, pese a que ellos cumplieron con desbloquear las vías por las que transitan los vehículos de carga pesada de la compañía.
Adán Damián Gamarra, presidente de la comunidad campesina de Aquia, refirió que en la primera reunión de la mesa técnica de trabajo se acordó abrir una oficina de enlace, cubrir el área de la comunidad con el servicio de Internet, retirar las denuncias contra los dirigentes y limpiar el drenaje. Sin embargo, la mayoría de sus demandas no fueron atendidas.

El dirigente explicó que en la comunidad no ven un deseo genuino de Antamina por cumplir los compromisos que los llevaron a deponer las medidas de fuerza y aceptar el diálogo.
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Una de las razones que llevaron a los comuneros a bloquear las carreteras es la presunta usurpación de tierras por parte de la empresa minera. Por ello, piden que se sincere la documentación sobre la propiedad de las mismas y alerten que Antamina no les ha remitido la documentación que acreditaría que no están usurpando las tierras.
Otra de las razones, es la afectación que sufren las viviendas de la comunidad por el tránsito de vehículos de carga pesada, además de la contaminación del personal de la empresa, quienes dejan basura y e incluso defecan al lado de la vía. Esta situación continúa, según Damián.
El líder comunal sostiene que se vieron obligados a iniciar un paro debido a la indiferencia de las autoridades, con quienes se habían comunicado para pedirles que intervengan ante la situación que viven. Hoy, el escenario es similar, ya que pese a que se han comunicado con la Organización de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y la oficina del primer ministro Aníbal Torres, la desidia continúa.
Algunas voces en la asamblea general de la comunidad señalan su disposición de retomar el paro, sin embargo, los dirigentes siguen apostando por el diálogo como vía para resolver los conflictos. Pero la paciencia de estos ciudadanos puede acabarse tras más de dos meses sin respuestas.

La indiferencia hacia este conflicto alcanzó incluso a los padres de la patria, ya que si bien al inicio del mismo, los representantes de Áncash en el Congreso tomaron interés en el caso, Damián Gamarra señala que no han vuelto a acudir a las convocatorias que les hacen para encontrar la forma de resolver los problemas entre la comunidad y la empresa minera.
Además alertan del riesgo que supone una falla geológica activa que podría sepultar un par de centros poblados si continúan las lluvias. Agregó que pese a que dieron un permiso para que la minera realice actividades de intervención, aún no están realizándolo con la rapidez que la comunidad espera.
“Nosotros en ningún momento les estamos pidiendo dinero o trabajo, lo que estamos pidiendo es que sinceren el uso de nuestros terrenos”, aclaró, y aseveró que la comunidad no está comprendida dentro del estudio de impacto ambiental de la minera.