A nivel nacional, según el Ministerio de Salud, son 1 183 238 las personas que han superado a la COVID-19. Enfrentar al virus y vencerlo es impresionante pero, a pesar de esa victoria, la recuperación es larga e igual de importante.
La licenciada María Isabel Mendoza Román, especialista en fisioterapia cardiorrespiratoria del Hospital Sabogal del Callao, atiende a 40 pacientes en turnos de nueve horas en la Unidad de Cuidados Intermedios (UCIN) y en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de COVID-19. Entre los casos que atendió, uno en específico la sorprendió, está la de un paciente que permaneció 33 días en ventilación mecánica. “Logró reincorporarse pero ahora tiene problemas de deglución y laceraciones. El equipo hace lo posible por disminuir estas secuelas”, declaró a CARETAS.
La UCI COVID-19 del Sabogal tiene más 40 camas, permanentemente ocupadas, para los pacientes críticos que requieren asistencia respiratoria. La cantidad supera en 12 veces la cantidad de especialistas, al momento solo hay tres. No se dan abasto. “En Rebagliati son 12 fisioterapeutas, en Almenara 20. Aquí seguimos siendo tres, seguimos a la espera luego de seis meses de pandemia, que se den las contrataciones”, apuntó Diana Ponce Bravo, una de las especialistas.

Ponce que lleva nueve años dedicados a recuperar pacientes de UCI, cuenta lo duro que es enfrentarse a la realidad de que más del 50% de pacientes de esta área fallecen. “Vemos jóvenes, colegas, compañeros y conocidos postrados contra la enfermedad”, detalló.
Cynthia Natividad también es parte de las profesionales, y remarca que fue a raíz de la pandemia que la fisioterapia se hizo visible en el sistema de salud. “Hemos estado escondidas, ayudando a salir de ventilación a pacientes por todo tipo de males, sin embargo, la pandemia nos pone en un lugar expectante, nuestra labor es determinante y la asumimos con la responsabilidad de ser parte de la primera línea contra el coronavirus”, contó.

Si bien la COVID-19 es la principal enfermedad que se trata, en área UCI del Sabogal hay pacientes con accidentes cerebros vasculares y personas con síndrome de Guillain Barré; e incluso neonatos prematuros que requieren también de asistencia física.
Las fisioterapeuta Quiñones Loayza y Castillo son las que lideran y realizan las terapias con los pacientes. Quiñones, con 32 años de servicio en el Sabogal, atiene aproximadamente 30 camas. Antes de terminar la entrevista, se acerca a CARETAS para comentar que siente una profunda admiración por sus compañeras que libran batalla contra la pandemia.

Castillo, por su lado, es especialista en neonatos, prematuros que nacieron a las 27 o 30 semanas de formación. Tienen problemas de succión y deglución que deben superar antes de ser dados de alta. Una responsabilidad que solo una profesional de su altura puede hacer.
En los rostros y en las miradas de cada una de ellas se puede identificar la preocupación, el cuidado y el valor. El proteger del otro es más importante. Ellas son las verdaderas héroes.