La empresa minera Antamina suspendió sus operaciones debido al paro indefinido que se lleva a cabo en la comunidad campesina de Aquia, región Áncash. Los comuneros denuncian una presunta usurpación de tierras.
Ante ello, la empresa señaló que “ha tendido la mano” en busca de acuerdos, pero sostiene que han sido respondidos con “falsos señalamientos”. Además, denuncian haber sido objeto de acciones violentas y haber recibido amenazas de generar más violencia, “mientras se anuncian supuestas ‘alianzas’ entre malos dirigentes para seguir generando alteraciones de la paz social”.
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En esa línea, indican que no quieren esperar a que ocurran hechos que pongan en riesgo la integridad física de algún ciudadano ni que ocurran acciones que afecten sus instalaciones o bienes de terceros.
“Mientras estas condiciones no se alcancen, no podemos seguir operando. La seguridad, la vida y la salud de todos, sin excepción, es lo más importante para Antamina”, concluyen.