La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que “quizás nunca haya una cura” contra la pandemia de la COVID-19, a pesar de la carrera en curso para obtener un vacuna. El director general de la entidad, Tedros Adhanom Ghebreyesus, enfatizó en una rueda de prensa que lo único que queda para controlar el brote, de momento, es ceñirnos a las medidas de salud pública.
“No tenemos una bala de plata en este momento y quizás nunca haya una cura”, declaró Tedros. “Todos esperamos tener un número de vacunas eficaces que puedan evitar que la gente se contagie, pero entretanto frenar los brotes dependen del respeto de las medidas de salud pública”, agregó.
Con cerca de 18 millones de infecciones y más de 686.000 fallecidos, Tedros recordó que los contagios confirmados se han multiplicado por cinco en los últimos tres meses, y que a falta de vacuna hay que seguir buscando el control de los contagios con múltiples medidas que incluyen el rastreo de casos y contactos.
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“Hay que hacerlo todo: mantener el distanciamiento físico, lavarse las manos de forma constante, no toser al lado de otros, llevar mascarilla y reforzar la vigilancia”, insistió el experto etíope.
“Hemos visto en todo el mundo que nunca es tarde para darle la vuelta a la situación: colaborando juntos podemos salvar vidas”, aseguró.
El máximo responsable de la OMS insistió en el hecho de que se trata de la primera pandemia de la historia causada por un coronavirus, frente a las epidemias gripales que fueron habituales en los últimos siglos (al menos una decena en los últimos 250 años).
“Se da una combinación de factores muy peligrosos, con un virus que se desplaza con mucha rapidez y además mata muchísimo”. Además, afecta tanto a naciones desarrolladas como a aquellas más pobres, resumió Tedros.