MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) –
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha reclamado este martes una mayoría “sólida” para los partidos que le apoyan, apelando al “interés superior de la nación” y después de que la primera vuelta dejase a su bloque prácticamente empatado con la alianza de izquierdas liderada por Jean-Luc Mélenchon.
Macron ha comparecido ante los medios de forma inesperada, antes de partir rumbo a Rumanía y Moldavia, lo que daría cuenta de la preocupación que se ha extendido en su entorno ante la posibilidad de que el presidente se viese obligado a una ‘cohabitación’ con Mélenchon como primer ministro.
Macron ha agradecido a quienes situaron “en cabeza” al bloque de la actual mayoría en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, pero ha lanzado un último alegato para “convencer” a los votantes de que el domingo concedan a Francia “una mayoría sólida”.
“Nada será peor que añadir el desorden francés al desorden mundial”, ha advertido el mandatario, quien ha subrayado que “vivimos tiempos históricos” y ha puesto como ejemplo la ofensiva militar lanzada por Rusia sobre Ucrania. “Debemos defender nuestras instituciones frente a quienes las desafían y las debilitan”, ha señalado.
Mélenchon ha utilizado el viaje de Macron como metáfora del líder que se va cuando “el barco se hunde”. Para el líder izquierdista, que el presidente hubiese planeado una visita al exterior en la semana entre las dos vueltas electorales demuestra que se pensaba que la votación sería un mero “trámite administrativo” para seguir gobernando.
En este sentido, ha afirmado que la comparecencia de este martes en al aeropuerto, con el avión presidencial de fondo, es “el símbolo de una era”. Se trata, ha añadido, de un “sketch” equiparable a los del expresidente de Estados Unidos Donald Trump donde el inquilino del Elíseo quiere alertar del “enemigo interno”.
Mélenchon ha dado por hecho en un mensaje publicado en su página web que, pase lo que pase el domingo, Macron no tendrá mayoría absoluta en la Asamblea Nacional y que, en el mejor de los casos, estará obligado a pactar con Los Republicanos, la principal formación de centro-derecha en Francia.
