Las hermanas Gianella, Rocío y Tatiana Espinoza merecen la admiración por la labor que hacen. Que no es nada poco. Por eso, cuando pensemos en la dimensiones de la palabra compromiso, habría que pensar ellas.
Con Arbío Perú (arbíoperu.org), ellas cuidan 916 hectáreas de bosque en la cuenca del río Las Piedras, provincia de Tambopata, en Madre de Dios. Las hermanas Espinoza gestionan este espacio en medio de muchos intereses económicos en contra. Porque así como hay mucha belleza verde, existen también actividades ilícitas que atentan contra su conservación. En medio de ese escenario, las tres hermanas exhiben un auténtico compromiso con el Perú y, por extensión, el planeta.
Valentía por un lado, sí, pero en especial fe en que un mundo mejor es posible.
“En Arbío promovemos la investigación y la difundimos. En Perú nos falta saber más de la importancia de la selva, porque solo así sabríamos de su importancia para la conservación de la vida. La selva corre peligro. Por ejemplo, aquí en esta zona está el shihuahuaco, que es un árbol que demora casi 1000 años en crecer. Hay que conservarlos y estudiarlos, detener su tala porque no vamos a esperar cientos de años para ver otro. No tiene sentido”, dice Rocío.
“Nos dedicamos a esto porque estamos comprometidas con la selva y el futuro del planeta”, enfatiza Tatiana.
Apoyar este proyecto es una necesidad.