Hoy que es el Día de las Áreas Naturales Protegidas y cabe resaltar la importancia cultural, social, científica, ecológica y económica que tienen estos importantes espacios para un país como el nuestro, reconocido por su rica biodiversidad a nivel mundial. Es por ello que INFOREGIÓN recogió el parecer de funcionarios que lideran la gestión de áreas importantes como el Parque Nacional Cordillera Azul y el de la Reserva Nacional Tambopata. Además, completamos esta visión con la perspectivas formuladas desde el Ministerio del Ambiente y de parte del biólogo Sandro Chávez acerca de la trascendencia de las ANP para nuestro país.
Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) del Perú conforman el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sinanpe). Este es gestionado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) las ANP son un espacio geográfico definido para conservar la “biodiversidad natural y cultural y los bienes y servicios ambientales que brindan son esenciales para la sociedad”.
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El Parque Nacional Cordillera Azul
Gustavo Montoya, jefe del Parque Nacional Cordillera Azul (PNCAZ), precisó que este es espacio es considerado como Patrimonio de la Nación y tiene una enorme importancia para la calidad de vida, pues desempeña una función importante: “brinda servicios ecosistémicos, ayuda a regular el clima de la zona, es fuente de agua de calidad para el desarrollo de actividades socioeconómicas en su zona de amortiguamiento y brinda beneficios ambientales a poblaciones locales mediante la caza y pesca con fines de autoconsumo y gestión participativa».
El PNCAZ se encuentra en territorio de los departamentos de Loreto, San Martín, Huánuco y Ucayali. Cabe recordar que los parques nacionales, como el caso que abordamos, son de uso indirecto, esto quiere decir que el ecosistema por su estado de vulnerabilidad y conservación, no permite la extracción comercial, pero sí actividades de investigación y turismo, entre otras afines.
“Para nosotros significa mucho tener un ANP emblemática al haber logrado altos estándares de conservación al 99.96%, convirtiéndose en una de las áreas naturales protegidas mejor conservadas de todo el sistema” en nuestro país, subrayó Montoya. Sin embargo, este proceso no ha sido gratuito, pues se recuerda que se afrontó el caso de la invasión de 250 hectáreas con actividades ilegales. Actualmente, están recuperadas y proveen servicios ambientales a las comunidades aledañas, citó.
Conservar un espacio como este es clave en varios rubros: social, científico y también paisajístico. En materia de biodiversidad, la conservación de los ecosistemas del PNCAZ permite mantener la presencia de especies representativas como, por ejemplo, el ave barbudo de pecho escarlata (Capito wallacei). En la zona también hay especies vulnerables como el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), lobo de río (Pteronura brasiliensis), sachavaca (Tapirus terrestris), perros de monte (Atelocynus microtis y Speothos venaticus), otorongo (Panthera onca), maquizapa (Ateles belzebuth y A. chamek), Paujil (Mitu tuberosum), armadillo gigante o yungunturo (Priodontes maximus), entre otras.
Hoy que es el Día de las Áreas Naturales Protegidas y cabe resaltar la importancia cultural, social, científica, ecológica y económica que tienen estos importantes espacios para un país como el nuestro, reconocido por su rica biodiversidad a nivel mundial. Es por ello que INFOREGIÓN recogió el parecer de funcionarios que lideran la gestión de áreas importantes como el Parque Nacional Cordillera Azul y el de la Reserva Nacional Tambopata. Además, completamos esta visión con la perspectivas formuladas desde el Ministerio del Ambiente y de parte del biólogo Sandro Chávez acerca de la trascendencia de las ANP para nuestro país.
Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) del Perú conforman el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sinanpe). Este es gestionado por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) las ANP son un espacio geográfico definido para conservar la “biodiversidad natural y cultural y los bienes y servicios ambientales que brindan son esenciales para la sociedad”.
El Parque Nacional Cordillera Azul
Gustavo Montoya, jefe del Parque Nacional Cordillera Azul (PNCAZ), precisó que este es espacio es considerado como Patrimonio de la Nación y tiene una enorme importancia para la calidad de vida, pues desempeña una función importante: “brinda servicios ecosistémicos, ayuda a regular el clima de la zona, es fuente de agua de calidad para el desarrollo de actividades socioeconómicas en su zona de amortiguamiento y brinda beneficios ambientales a poblaciones locales mediante la caza y pesca con fines de autoconsumo y gestión participativa».
El PNCAZ se encuentra en territorio de los departamentos de Loreto, San Martín, Huánuco y Ucayali. Cabe recordar que los parques nacionales, como el caso que abordamos, son de uso indirecto, esto quiere decir que el ecosistema por su estado de vulnerabilidad y conservación, no permite la extracción comercial, pero sí actividades de investigación y turismo, entre otras afines.
“Para nosotros significa mucho tener un ANP emblemática al haber logrado altos estándares de conservación al 99.96%, convirtiéndose en una de las áreas naturales protegidas mejor conservadas de todo el sistema” en nuestro país, subrayó Montoya. Sin embargo, este proceso no ha sido gratuito, pues se recuerda que se afrontó el caso de la invasión de 250 hectáreas con actividades ilegales. Actualmente, están recuperadas y proveen servicios ambientales a las comunidades aledañas, citó.
Conservar un espacio como este es clave en varios rubros: social, científico y también paisajístico. En materia de biodiversidad, la conservación de los ecosistemas del PNCAZ permite mantener la presencia de especies representativas como, por ejemplo, el ave barbudo de pecho escarlata (Capito wallacei). En la zona también hay especies vulnerables como el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), lobo de río (Pteronura brasiliensis), sachavaca (Tapirus terrestris), perros de monte (Atelocynus microtis y Speothos venaticus), otorongo (Panthera onca), maquizapa (Ateles belzebuth y A. chamek), Paujil (Mitu tuberosum), armadillo gigante o yungunturo (Priodontes maximus), entre otras.