El Alzheimer es un tipo de demencia severo, ya que causa problemas severos con la memoria, el pensamiento y los comportamientos. Los síntomas se desarrollan gradualmente y pueden empeorar con el tiempo a tal punto de afectar la rutina cotidiana de uno mismo, afectando la del entorno.
Esta enfermedad suele estar ligada a la tercera edad, sin embargo no es una característica común de la vejez. Uno de los factores de desarrollo es la edad, y la mayoría de pacientes con esta afección son mayores de 65 años. A pesar de eso, existen casos de Alzheimer precoz o de inicio temprano, que suele aparecer a los 40 años.

En las primeras etapas, la pérdida de la memoria es ligera, pero en la etapa final algunas personas incluso pierden la capacidad de hablar. Por desgracia, la enfermedad de Alzheimer no tiene cura, pero si hay maneras de prevenirlo y tratamiento para los síntomas, que pueden detener o aliviar la calidad de vida de quienes la padecen.
1. Tener sueño en exceso
Según un estudio realizado por la escuela de salud pública Johns Hopkins Bloomberg, dice que cuando hay excesivo sueño durante el día, no sólo es una señal de cansancio, también indica que hay peligro en la patología cerebral del Alzheimer. En la investigación, los participantes que se declararon cansados y con sueño la mayor parte de su día, tenían hasta 3 veces más probabilidades de padecer esta enfermedad.

2. Dificultades para planificar y resolver problemas
Experimentas cambios en la habilidad de desarrollar y seguir un plan específico o dificultades al trabajar con números, o equivocaciones para llevar a cabo protocolos o manejo de cuentas. Otro problema que surge es la falta de concentración , lo que puede llevar a demorar más en realizar una actividad.
3. Cambios en la memoria que dificultan la rutina
Olvidas información recién aprendida; es posible olvidar fechas importantes y cumpleaños. Te apoyas de notas, celulares y familiares.
4. Problemas para hacer tareas habituales en casa o en el tiempo libre
Te resulta muy difícil completar tareas cotidianas; a veces puedes tener problemas para llegar a lugares conocidos, administrar un presupuesto o recordar las reglas de algún juego muy común.
5. Desorientación de tiempo y lugar
A veces se te olvida dónde estás, cómo llegaste a ese lugar y confundes los días de la semana.
6. Problemas con el uso de palabras habladas o escritas
Tienes problemas para participar en una conversación, es posible que en medio de ésta pares sin tener la más mínima idea de cómo continuar o repites muchas veces lo que ya habías dicho. Luchas por encontrar las palabras correctas que deseas utilizar o el vocabularios apropiado.
7. Objetos en lugares incorrectos
Tienes un orden específico con el que mantienes tu casa, pero empiezas a colocar las cosas fuera de su lugar. Te cuesta trabajo encontrarlas hasta el punto de pensar que te han robado. Con frecuencia olvidas donde haz dejado tu celular o tus lentes.
8. Pérdida de interés por el trabajo y las actividades sociales
Pierdes el interés para llevar acabo pasatiempos, actividades sociales, proyectos en el trabajo o deportes. No tienes idea de los hechos relevantes de las cosas que te gustan o cómo practicar una actividad que solías hacer. Sensación de cansancio todo el tiempo.
9. Cambios de humor y de personalidad
Es muy probable que experimentes cambios severos en tu humor y tu personalidad; puedes volverte confundido, deprimido, ansioso y temeroso. Te puedes enojar con gran facilidad.