Rodrigo Roy tiene una inmensa curiosidad por alimentar. Estudio música en la universidad pero en la práctica su virtud lo ha llevado a trabajar en un sinfín de cosas. Durante la pandemia tuvo la oportunidad de reconectarse con esa sensibilidad que tiene desde niño hacia las plantas. Además, fue la excusa para lograr realizar actividades al aire libre.
Es así como llegó a estas mesas de cultivo urbanas, ideales para espacios reducidos. Entran perfecto en un balcón y “en un ascensor”, precisa Roy. Lo increíble es que en esta mesa de un 1.50mts de ancho, se pueden cultivar suficientes hortalizas para alimentar sanamente a una familia.
La clave está en la técnica que se utilice para la siembra. Roy ha experimento diversos métodos. Si uno quiere tener una cosecha variada, la técnica que se recomienda es la asociación de cultivos donde de una sola caja pueden salir desde lechugas, tomates, zanahorias, zapallitos italianos y hasta flores que ayudan a atraer polinizadores. Esta combinación de hortalizas con algún plaguicida ecológico ayuda a proteger la cosecha de cualquier plaga.
Eso sí, Roy señala que estos biohuertos urbanos tienen dos tipos de beneficiarios: “aquellos privilegiados que tienen sol todo el día y aquellos que viven bajo el azote del boom inmobiliario”. Con la asesoría que se recibe todo es posible para sacarle el máximo de provecho para comenzar a comer más fresco y sin pesticidas. La diferencia está en que algunos podrán cosechar lo sembrado en un mes y los otros lo harán en dos.
Más información con Rodrigo Roy en @plantasika.