Hoy, 10 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, que es una oportunidad para concienciar y movilizar a la población acerca de cuestiones relativas a la salud mental. Este año, la fecha se centrará en la prevención del suicidio; sin embargo, la clave está en descifrar con tiempo ciertos síntomas o patrones para descartar problemas de salud mental.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los “trastornos mentales representan el 16% de la carga mundial de enfermedades y lesiones en personas de 10 a 19 años”. Uno de ellos es la ansiedad, la cual es usualmente confundida con problemas de aprendizaje, trastornos por déficit de atención e hiperactividad o depresión.
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Si conoces a alguien que se preocupe excesivamente, tenga baja tolerancia a la frustración y reaccione impulsivamente o evita situaciones que considere difíciles, es posible que posea las características de un trastorno de ansiedad.
Puede afectar a cualquier persona
Contrario a lo que se cree, la ansiedad no siempre afecta a personas hiperactivas. Un niño ansioso podría ser tímido, debido a sus temores y frustraciones. En el reporte de salud mental titulado “Entendiendo la Ansiedad en Niños y Adolescentes”, publicado en el 2018 por la ONG estadounidense Child Mind Institute, se reveló que el 15% de los adolescentes que se califican como los más inhibidos tienen cinco veces más probabilidades de desarrollar ansiedad social.

Asimismo, el informe señala que, actualmente, más estudiantes de secundaria padecen síntomas de ansiedad que en 1980, lo cual ha causado que este problema supere a la depresión como principal queja entre los universitarios que buscan servicios de salud mental. Así, la ansiedad se ha convertido en la preocupación más frecuente (48%), seguida del estrés (39%).
Por otro lado, el reporte indica que las adolescentes tienen más riesgo de padecer de ansiedad que los hombres y que los hijos de padres ansiosos poseen cinco veces más probabilidades de tener este desorden.
Además, el trastorno de ansiedad en los niños podría vincularse con depresiones en la vida adulta, problemas de conducta y abuso de sustancias nocivas en el futuro.

Terapias para la ansiedad
Para evitar la ansiedad en personas de cualquier edad, se necesitan distintas terapias que logren desarrollar la confianza en ellos mismos. La confianza en si mismo ayuda en todos los ámbitos sociales, llevando a la automotivación en la vida cotidiana, mejorando las habilidades blandas, necesarias en el entorno social, laboral, estudiantil, etc.
Víctor Ramirez, psicólogo educacional con más de 10 años de trayectoria y Director de Programa de Panal Perú comenta al respecto: “Las terapias cognitivo-conductuales son muy efectivas en este tipo de casos; ya que, logran que los niños desarrollen la confianza en sí mismos y retornen a las actividades que evitaban. Por eso, se enfocan en técnicas de relajación y reestructuración cognitiva para controlar el estrés y los pensamientos negativos, reforzando la asertividad y apuntando hacia la automotivación en la vida diaria. Estos mecanismos y comportamientos como la mentalidad de crecimiento, la seguridad en sí mismos y la empatía, por mencionar algunos, son los que también buscamos incentivar en los alumnos de Panal”.
Efectos de la ansiedad:
- Separación por ansiedad
- Ansiedad social
- Mutismo selectivo
- Ansiedad generalizada
- Desorden de pánico
- Fobias específicas
Panal Perú es una ONG encargada de la formación de mentores para el empoderamiento de habilidades blandas en escolares. Así, se plantea generar agentes de cambio educativos en las comunidades de sus estudiantes. A la fecha, han trabajado con nueve escuelas y más de 140 alumnos.