En los últimos meses, hay videos que han salido a la luz de algunas personalidades reconocidas diciendo frases que en realidad nunca dijeron. Y en el peor de los casos, en situaciones íntimas, hechos que no hicieron. Se trata de los deepfakes.
¿Qué es un deepfake?
Es una repercusión negativa de la inteligencia artificial, ya que en la mayoría de casos se ha usado para crear confusión y engañar a la audiencia.
La palabra deepfake está compuesta por los términos deep learning y fake, es decir aprendizaje profundo y la palabra falso. El nombre le viene bien, porque se trata de una tecnología basada en la inteligencia artificial, que consiste en superponer un rostro de una persona sobre otra, y falsificar sus gestos, para hacer creer que se trata de algo que está diciendo o haciendo la personalidad, que no ha pasado en la realidad. Se trata de un montaje, una especie de “photoshop” que puede adecuarse a las expresiones faciales en movimiento.
Los primeros deepfakes, videos falsificados con esta tecnología fueron hace un par de años. En ellos se habían manipulado los rostros de varias actrices reconocidas, para que encajaran en cuerpos de actrices de la industria pornográfica.
Una nueva muestra de las capacidades de la Inteligencia Artificial, en este caso al servicio de las #deepfakes y, como vemos, es algo realmente impresionante y aterrador ? pic.twitter.com/cpYtLkpsoA
— xataka (@xataka) January 31, 2019
No todo es malo
Los deepfakes han servido para mejores usos educativos, como el museo de Florida, que usó la técnica deepfake para dar vida a Salvador Dalí, y convertirlo en una guía para exponer.
Otro video muestra a Donald Trump, Angela Merkel, Vladimir Putin y otros líderes mundiales cantando una canción de John Lennon. Es un sencillo ejemplo que empieza con la advertencia de que se trata de un video fake. Ahora toca saber, ¿cómo saber si es verdad algún discurso o acto?