Inspirada por la Naturaleza y la anatomía, la artista plástica Ana Balcázar Bartra explora el mundo a través de sus retratos. Dependiendo de la sensación que desea transmitir, puede trabajar con carboncillo, acuarela u óleo. Desde que viajó al Cusco como parte de un proyecto grupal que trataba de rescatar unas ruinas en el ‘ombligo del mundo’, Balcázar pudo conectarse con la Madre Tierra. “Antes era muy tímida respecto a lo que hacía, pero, de pronto, empoderé a mi propio trabajo para seguir produciendo”, dice. Ella sabe que la autoconfianza es el primer paso para desarrollar la vocación de un artista. “Cuando salí de mi escuela no tuve mucha seguridad sobre lo que quería hacer, pero luego me di cuenta de algo: si no te la crees, no lo vas hacer. Debes empoderarte de tu vocación”, finaliza. Con los pies en la tierra.
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