En el espectro de las curadurías de arte, el doctor español Paco Barragán es toda una personalidad a quien no se le admiten términos medios: sus exposiciones te obligan a tomar una postura como espectador.
Así de simple.
“Sé que no dejo a la gente indiferente, porque de eso se trata”, dice este hombre que ya lleva 92 exposiciones internacionales comisariadas.
“Me gusta el arrojo de los artistas que no dudan desafiar a la normalidad y siempre apuesto por la instalación en espacios que privilegien la interacción con el público, para que este sienta la experiencia de estar en una muestra y que la misma lo hace dialogar con su contexto inmediato.
Hay que redefinir el concepto de las galerías, que tienen que estar abiertas a los tópicos de actualidad, lo mismo con los museos”, enfatiza con conocimiento de causa quien se encargó también de las artes visuales del Centro Matucana 100 en Santiago de Chile.
“Es comprensible que haya un temor a lo nuevo, pero si no te renuevas corres el riesgo de repetirte. Un artista que se repite es una bala perdida”.
Y advierte:
“Para eso esta el curador, para ordenar, sistematizar y defender la obra. El curador es un protagonista activo. La figura del curador pasivo ya pasó”.