Siete años después, del término de la primera etapa del licenciamiento de las universidades públicas y privadas, el modelo de licenciamiento para universidades nuevas, también conocido como Modelo 1.5, contiene nuevos elementos que permiten a la SUNEDU realizar la evaluación previa de los nuevos proyectos universitarios y de aquellas universidades que no consiguieron el licenciamiento.
Con este modelo, se busca que las universidades se inserten a un sistema de educación superior universitario con un nuevo nivel de calidad, renovado y actualizado. Según la normativa vigente, las universidades deberán cumplir con la mayoría de los componentes de las seis condiciones básicas de calidad, como son: constitución, gobierno y gestión; oferta académica, recursos educativos y docencia; propuesta de investigación; responsabilidad social universitaria, bienestar universitario; y transparencia.
A la fecha son 46 instituciones, entre ellas universidades con licencia denegada, que han participado de las orientaciones sobre este procedimiento brindados por la SUNEDU. Son cinco universidades las que han presentado su solicitud y, de estas, tres se encuentran en evaluación y dos con trámite concluido.

Jorge Mori Valenzuela, director del Centro para el Análisis de Políticas Públicas de Educación Superior (CAPPES), explica que no es factible evaluar a las universidades con licencia denegada con el primer modelo, pues constituiría una grave discriminación contra las universidades públicas con licencia denegada que han cumplido el nuevo modelo de licenciamiento. “Recordemos que la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica ha sido licenciada con el Modelo 1.5 en una segunda oportunidad y la Universidad Nacional Pedro Ruíz Gallo ha presentado su nuevo expediente también bajo ese modelo, por lo que no hay ninguna justificación para que universidades privadas que no lograron el licenciamiento pretendan tener condiciones menos exigentes que las que se les ha pedido a las universidades públicas”.
Asimismo, la SUNEDU precisa que, en el caso de los nuevos proyectos universitarios de instituciones que obviamente no cuentan con actividad académica, se requiere contar con los elementos mínimos que aseguren el funcionamiento para los dos primeros años.
Por otro lado, las universidades que no lograron alcanzar el licenciamiento deberán contar con evidencias específicas del cumplimiento de su planificación para adecuarse a las condiciones básicas de calidad, así como información sobre las acciones y objetivos vinculados a las obligaciones de cese para con los estudiantes, buscando salvaguardar el proceso formativo de los mismos, tal como se establece en las normativas que aprobó este modelo.
Además, el nuevo Modelo 1.5, a diferencia del anterior, exige a las universidades cumplir con el 25% de docentes a tiempo completo o dedicación exclusiva tanto a nivel de sede como filiales. De manera adicional, se les pide contar con un porcentaje mínimo (5%) de docentes Renacyt. Actualmente, no hay un plazo límite para presentarse al proceso del nuevo modelo de licenciamiento. Por lo tanto, las universidades deciden cuándo iniciar el proceso y con qué oferta académica presentarse
San Luis Gonzaga, la primera licenciada con el nuevo modelo.
Renovación de Licencia
Para mejorar la calidad de enseñanza en la educación superior, la SUNEDU recuerda que en 2023 inicia el proceso de renovación de las universidades previamente licenciadas, entendiéndose como un proceso de superación de condiciones en el tiempo y no estático, por lo que no corresponde exigir estándares que se plantearon siete años atrás.
“La Ley Universitaria se aprobó el 2014, en un contexto donde se tenía graves problemas de informalidad y estafa universitaria. Eso se ha corregido a partir del trabajo de la SUNEDU, el Minedu y las propias universidades que han logrado el licenciamiento”, recuerda Mori Valenzuela.
Advierte que para este año ya se cuenta con un sistema universitario licenciado, “por lo que se requiere replantear la relación entre el sistema y el regulador o el Estado. Una relación de confianza, donde no se caiga en la sobrerregulación del sistema y se siga avanzando en la mejora de la calidad universitaria”, agrega.
De un total de 145 universidades y escuelas de posgrado que existían en el país, en el primer modelo la SUNEDU otorgó 95 licenciamientos (93 universidades y dos Escuelas de Posgrado), que demostraron cumplir con condiciones básicas de calidad.
Mientras que en 50 casos (48 universidades y 2 escuelas de posgrado) se dieron las denegatorias luego de comprobar que no se garantizaban los estándares mínimos de funcionamiento.
“Esta primera etapa no solo ha traído mejoras de la calidad al sistema universitario, sino que ha logrado ordenar eliminar la informalidad en la que había caído el sistema debido a la falta de regulación”, concluye Mori Valenzuela. “Las cifras en el incremento de la producción científica, en el número de docentes a tiempo completo, así como el cumplimiento de condiciones básicas de calidad por parte de todas las universidades que hoy ofrecen el servicio educativo, confirman el impacto que ha tenido el proceso de licenciamiento liderado por la SUNEDU”.