A la sesión de la Comisión de Economía, Banca y Finanzas, asistió el presidente del Consejo Fiscal, Carlos Oliva Neyra, para exponer sobre la regla fiscal que utiliza el Ministerio de Economía y Finanzas.
El ex titular del MEF indicó que es necesario modificar las reglas fiscales para el 2022 para evitar un retiro abrupto del estímulo fiscal. Advirtió que, si bien el cambio a las reglas fiscales contemplada en el DU-079-2021 representa un arreglo transitorio para establecer el presupuesto público del 2022, no soluciona el problema de inconsistencia temporal generado a partir de la suspensión de las reglas fiscales.
“Frente a ello, el Consejo Fiscal considera primordial determinar el nivel de endeudamiento público al cual se quiere converger y, sobre la base de ello, determinar las reglas fiscales que guiarán el proceso de consolidación fiscal en los próximos años”, afirmó.
También, señaló que en la situación macroeconómica y fiscal presente es indispensable reafirmar el compromiso del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo con la prudencia fiscal de mediano plazo. Por otro lado -subrayó- que dado el alcance acotado del DU 079-2021, propio de una norma de este tipo, urge complementarlo mediante la presentación de un proyecto de ley que establezca las reglas fiscales para el mediano y largo plazo.
Asimismo, recomendó que las modificaciones posteriores a las reglas fiscales sean realizadas por ley, pues la restitución de las reglas debe considerar un horizonte de mediano plazo y no un año en particular.
“Esta vía legal permite modificar las sendas fiscales de mediano plazo, a la vez que genera un debate público donde participan el Poder Ejecutivo, el Congreso de la República y cuenta con la opinión previa del Consejo Fiscal”, subrayó.
El actual ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke, anunció el restablecimiento de las reglas fiscales suspendidas por la pandemia. En su presentación ante el Congreso para sustentar la ley de presupuesto público 2022, explicó que dada la política de reducción del déficit no se necesita de mayor deuda. “Por eso los ingresos de las denominados operaciones de crédito están reducidos porque no queremos endeudarnos tanto”, aseveró.
En 2020, Perú registró un déficit fiscal de 8,9%, el peor desde el primer gobierno aprista, cuando había sido de 1,6% en 2019 y tan solo de 0,6% en promedio en los 20 años anteriores, uno de los índices más bajos del continente. El ex ministro Waldo Mendoza espera que este año pueda bajar hasta el 4,55%.