Hace un año aproximadamente, Allyson Felix dio a luz a Camryn. Cumplió su sueño de ser madre y atleta a la vez, y luego decidió hablar con Nike, su sponsor. “Tenemos que renovar el contrato”, les dijo. “Sí, cobrarás un 70% menos que antes”, le respondieron. “Vale, lo acepto, pero quiero garantías de que no me dejarán de pagar si mi rendimiento no es el esperado después de ser madre…” “Ah, no, eso no, por ahí no pasamos”, dijeron los de Nike. Decidió irse, y fue una opción acertada.
Luego de romper con Nike, la madre y atleta logró dos de sus mejores victorias: lideró los relevos 4×400 mixto en la final y el femenino de Estados Unidos en la semifinal para conseguir las que son sus medallas de oro 12° y 13° en el mundial de Doha.
Lo curioso de la competencia de 4×400 femenino es que no tuvo que correr la carrera decisiva para ganárselo. Estuvo en semifinales y en el relevo se considera que todos los participantes son medallistas. Corrieron la final Philys Francis, Sydney McLaughlin, Dalilah Muhammad y Wadeline Jonathas, con 3:18.92, batiendo a Polonia y dieron indirectamente el oro a Allyson. Una nueva leyenda del atletismo se corona, dejando atrás a Usain Bolt, con 11 medallas de oro en su nombre.
Cláusulas de respeto hacia el embarazo
“Lo que más me fastidió fue la doblez de Nike”, dijo Felix en mayo pasado para el New York Times, cuando el diario neoyorquino informó, gracias a la denuncia de otras atletas, Kara Goucher y Alysia Montaño, de que la empresa deportiva no pagaba las bajas por maternidad.
Avergonzados, los ejecutivos de Nike dieron marcha atrás y cambiaron su política respecto a los embarazos de sus figuras. fue muy tarde, pues Felix ya había logrado superar todo.