En los últimos días, uno de los jugadores que ha generado mucha controversia es Gianluca Lapadula tras realizarse un tatuaje que, según sus palabras, era para homenajear sus raíces peruanas. Pero, sucedió todo lo contrario, ya que los usuarios en redes sociales señalaron que no era legítimo lo que estaba haciendo.
Incluso, se hizo viral un hashtag #SegunLapadula el cual generó un sinnúmero de memes y reacciones. El eco de la noticia corrió por todo Europa y llegó hasta los oídos del propio Gianluca Lapadula, quien habló esta tarde con portal de Sky Sport y habló de diferentes temas, entre ellos el tatuaje.
En la charla, Lapadula indicó que si hubo intención de jugar por Perú cuando recibió la visita de Ricardo Gareca. Pero, indicó que en esa oportunidad no era el momento. “Hace cuatro años vino a conocerme el técnico Gareca a Italia; hablamos de este discurso de la Copa América. Pero fue en conjunto con los playoffs de Pescara y pensé que, en ese momento, aceptar la convocatoria de una selección nacional no hubiera sido justo, también porque no me había ganado el derecho a jugar en esa competencia. Sabía que me había ganado los playoffs para ir a la Serie A con Pescara”, señaló.
Lapadula también habló sobre el tatuaje: “Quería imprimir en mi piel lo que me pertenece. Nunca he tenido la oportunidad de conocer el Perú personalmente, lo que sé es por las historias de mi madre. En el último período mi curiosidad ha crecido, he mirado muchas fotos y muchos videos. Incluido este video donde se ve una fiesta en Paramonga por la Patrona de la Soledad donde se usan muchos símbolos incas, entre ellos la bandera del Tahuantinsuyo y tocados con plumas. Este es el motivo de mi representación”.
“Definitivamente no es por un tatuaje que le diré a Perú y al entrenador que acepté a la selección peruana. Si alguna vez tuviera este pensamiento, la primera persona en saberlo sería Gareca. Hoy conozco mucho mejor mis raíces, estoy mucho más consciente y orgulloso de que la sangre peruana está dentro de mí “, agregó.
Como es claro, el ítalo-peruano reúne las características para ser considerado uno de los delanteros que pueda acompañar a Paolo Guerrero en el ataque, pero su situación es compleja para ser convocado. Tiene 30 años y habrá que esperar si en algún momento cambia de opinión.