Para muchos no es novedad que el nombre de Juan Reynoso se haya estado voceando incluso desde antes de que Ricardo Gareca desista de seguir con la Blanquirroja.
El recuerdo del “Tigre” está muy presente en el imaginario del hincha peruano, por sus logros y de manera especial por la forma en que fue tratada su posible renovación con la Federación Peruana de Fútbol. En este escenario, se capitalizó el rumor de que Juan Reynoso sería el próximo estratega de la selección peruana de fútbol.
No hay dudas de la capacidad y evolución como entrenador que en los últimos años ha mostrado el excapitán de las selecciones peruanas. Se puede decir que una cosa es con guitarra y otra con cajón, pero no hay que olvidar que Gareca también asumió la conducción de la bicolor en esa condición: no es lo mismo la regularidad de trabajo en un club que el que se lleva a cabo en un seleccionado de fútbol.
Partiendo de este antecedente, el cuestionamiento sobre su capacidad para dirigir a un conjunto nacional carece de validez. Además, en su llegada a la Videna tuvo mucho que ver el ahora director general de fútbol de la FPF, Juan Carlos Oblitas, quien pudo extender su lazo contractual con Lozano tras la salida de Gareca. En otras palabras, se repitió la fórmula que aplicó para el fichaje del Tigre.

En conferencia de prensa celebrada este miércoles 3 de agosto, el excapitán de la U y Alianza Lima fue presentado como el nuevo entrenador de la Blanquirroja que deberá afrontar el próximo proceso eliminatorio. Estuvo acompañado de Oblitas y el cuestionado dirigente Agustín Lozano.
Es precisamente Lozano, quien dio cuenta de una alocución (a lo Castillo en su mensaje a la Nación), por decirlo de alguna manera, “alucinante”, como si la realidad del fútbol peruana fuera otra y no el desastre que es, el que dio la bienvenida a Reynoso, que lo miraba y miraba, y vaya que las miradas de Reynoso despiertan más de una especulación.
En lo que coincidieron Lozano y Oblitas, fue en el apoyo que se le daría/dará a Reynoso.
“Confíen en Juan, en el grupo de jugadores que tiene siete años trabajando”, dijo el histórico delantero de la selección peruana.
“Este es mi sueño de vida, estoy emocionado por tener este cargo”, fueron las primeras palabras de Reynoso como técnico de la Blanquirroja.
Por tratarse de una primera presentación oficial, las preguntas guardaban el ánimo de la expectativa y la celebración. Además, Reynoso se calificó de “maduro” y “más tolerante”, lo cual a muchos hinchas ha tranquilizado, porque los cuestionamientos a Reynoso en su carrera no apuntaban a su capacidad, sino a su interacción con la hinchada, la prensa y los jugadores. Tranquiliza porque, como bien lo señaló, este es un proyecto de vida cumplido. Ergo: Reynoso sabe bien a qué lugar ha entrado y también subrayó la evolución del futbolista peruano.
Entonces, la pregunta: ¿por qué se habla/habló tanto de la interacción de Reynoso en su trayectoria como futbolista y entrenador?

Se puede o no estar de acuerdo con no pocas actitudes de Reynoso a lo largo de su carrera. Pero en cada una de sus actitudes había un factor recurrente: ir contra el statu quo del manejo del fútbol peruano. Es decir: Reynoso no sintonizaba/sintoniza con la criollada que signa al fútbol local. No hay que rebuscar mucho para constatar esta conducta.
Por ello, se presenta otra pregunta, la que suscita temores en la hinchada, furias en la prensa y sentimientos encontrados en los jugadores peruanos (seleccionados o no): ¿cuánto tolerará Reynoso la gestión de Agustín Lozano?
Es axiomático que en las negociaciones se abordó la seriedad que debería mostrar la FPF, cuyo desprestigio es equiparable al del Congreso de la República ante la población. Oblitas es la garantía, el aval moral para que no pasen “acontecimientos” extraños, que se pudieron ver en seguidilla —no es que nunca hayan existido— en la era Lozano para la desesperación del “Tigre”.
Reynoso tiene todo para conseguir la clasificación al próximo Mundial.
“Los jugadores peruanos están con sed de revancha”, dijo el seleccionador.
De ese ánimo se parte bien, pero repetimos la inquietud: ¿tendrá tolerancia con Lozano?
A Reynoso se le prometió trabajar con tranquilidad y hemos visto que a Reynoso siempre le ha intranquilizado la criollada en la gestión del fútbol peruano.