Caretas
  • Política
  • Investigación
  • Nacional
  • Economía
  • Medio Ambiente
  • Mundo
  • Cultura
  • Deportes
  • Ellos&Ellas
    • Estilo de vida
    • Entretenimiento
    • Gastronomía
No hay Resultado
Ver todos los resultados
  • Política
  • Investigación
  • Nacional
  • Economía
  • Medio Ambiente
  • Mundo
  • Cultura
  • Deportes
  • Ellos&Ellas
    • Estilo de vida
    • Entretenimiento
    • Gastronomía
Caretas
No hay Resultado
Ver todos los resultados

Manuel Pantigoso: “A las polémicas literarias en el Perú les ha faltado una visión histórica más amplia y libre, acorde con las variables espacio-temporales y sociales” | Entrevista

Por: Gabriel Ruiz Ortega | La historia literaria peruana bajo lupa en una ambiciosa publicación que es toda una invitación a la discusión alturada. Esta monumental obra se presentará este jueves 4 de agosto, a las 4 de la tarde, en el auditorio César Vallejo de la FIL de Lima. Los comentarios estarán a cargo de Ricardo González Vigil, Luis Arista Montoya y Osmar Gonzales Alvarado.

jueves 13 de octubre del 2022
en Cultura
FacebookWhatsapp
Manuel Pantigoso: “A las polémicas literarias en el Perú les ha faltado una visión histórica más amplia y libre, acorde con las variables espacio-temporales y sociales” | Entrevista

Manuel Pantigoso. (FOTO: VÍCTOR CH. VARGAS).

A primera impresión, los tres tomos de En el nombre del Perú (Universidad Ricardo Palma, 2022) es un tratado de la historia de la literatura peruana, pero es también —he aquí su luz— el registro personal de su autor: el literato Manuel Pantigoso, quien inyecta a su proyecto dos elementos contadas veces vistos en el circuito: pasión y generosidad por compartir conocimiento.

Pantigoso saca lustre a lo que sabe —pero no se siente que sabe (gracias)— y lo transmite sin soberbia, recorriendo los circuitos de la literatura peruana desde sus textos fundacionales hasta la actualidad. En este recorrido, se topa con ciertas polémicas (a saber, Hora Zero, la narrativa de los 80 y el sonado cruce de “andinos” y “criollos”), a las que aborda con imparcialidad y haciendo un llamado a la discusión alturada (vale el dato: no siempre estamos de acuerdo en todo).

Esta es pues una de las cualidades de la publicación: la argumentación sobre el fanatismo, el texto sobre la persona. La literatura no se mancha con sentimientos menores.

—Ud. tiene una obra prolífica. Pero con estos tres tomos que conforman En el nombre del Perú, estamos ante un monumental proyecto. ¿Es esta su obra mayor?

En El nombre del Perú concentra de alguna manera el conjunto de mi obra literaria, de sus diversas vertientes en las que he estado trajinando toda mi vida: pedagogía, educación, crítica literaria, arte, teatro, filosofía, periodismo y, sobre todo, poesía, que es mi impulso fundamental. Este año publicaré mi obra poética completa. Si se quisiera decir cuál es la obra mayor que tengo, podría yo estar de acuerdo con la posibilidad de que esta es mi obra mayor, pues sintetiza el derrotero de mi pensamiento crítico y artístico.

—La mayoría de los textos nacen de conferencias que Ud. brindó. En este sentido, en el ordenamiento por secciones de los textos, colegimos que se habrá dado cuenta de que los lectores se iban a topar con algunas sorpresas, como poner relieve a poetas que injustamente no son muy conocidos. ¿Coincidimos en este aspecto?

Eso es cierto, y de ese ordenamiento soy muy consciente. Siempre he tenido una disposición especial por estudiar y resaltar a figuras poco o totalmente desconocidas, que sin embargo poseen valores indiscutibles: ahí están los escritores y poetas de la vanguardia del sur, norte y centro; ahí están también los integrantes de la “Generación de la Crisis” (30-36), tan poco conocidos. Creo que de alguna manera ciertos estudios resultan fundacionales, como los dedicados a César Atahualpa Rodríguez, Gamaliel Churata, Nicanor de la Fuente (“Nixa”), Adán Felipe Mejía (“El Corregidor”), Alberto Ureta, Carlos Oquendo de Amat, Esther Allison, etc.

Estos escritores ocupan ya el lugar que les corresponde. Pero hay muchos otros que esperan su reivindicación. Recordemos, además, que en estos y en otros autores que aparecen en nuestro libro hay una columna vertebral, una línea conductora, que es la búsqueda de ese Perú entrañable, de ese Perú invisible, de ese Perú que es la utopía buscada, la “lejanía de proximidad”.

—Hay también un trato equitativo en aspectos polémicos (cuando se habla de Hora Zero; lo mismo cuando repasa la narrativa desde los ochenta hasta la polémica “andinos” y “criollos”). ¿Cree que a las polémicas literarias en Perú le han faltado mayor argumentación?

Mi postura crítica pretende ser amplia, equitativa, individual, no dogmática, prospectiva (hacer visible lo invisible), con sentido estético, social y pedagógico. Siempre he querido ser ese lector crítico que se coloca entre el autor y su lector para orientar mejor la lectura, la libertad y la independencia de criterio. En tal sentido, creo que a las polémicas literarias en el Perú les ha faltado una visión histórica más amplia y libre, acorde con las variables espacio-temporales y sociales, y también tomar en cuenta la necesidad de entender que la crítica es un género de re-creación en donde la subjetividad e impronta del estudioso es un elemento básico para invitar con su gesto al lector a realizar siempre una lectura creadora acorde con el espíritu de la misma obra. La hondura y la perspicacia serían elementos propios del crítico junto con esa subjetividad a la que hemos aludido.

—Este es un proyecto de carácter divulgativo. ¿Qué podría decir sobre la subestimación que hay sobre los textos de divulgación, cuando son estos —en lo que respecta la materia literaria— prácticamente los fundacionales de la historia literaria peruana?

Mi trabajo no es solamente divulgativo, es cierto que este es uno de sus aspectos fundamentales. Sin duda, la divulgación de la obra literaria debe ocupar un lugar preponderante. Se escribe para un lector, pero si no hay ese nexo, el “circuito” no se da, y como consecuencia ni el autor ni su obra existen. Esto es más dramático si se trata de obras iniciáticas que hacen a la historia de la literatura. Este criterio permite entender también que esas “obras fundacionales” existen en la medida de su descubrimiento y de su adecuada divulgación. La subestimación de esta variable es profundamente reprochable, por marginadora y dogmática.


“Mi postura crítica pretende ser amplia, equitativa, individual, no dogmática, prospectiva (hacer visible lo invisible), con sentido estético, social y pedagógico”. (FOTO: VÍCTOR CH. VARGAS).

— El teatro es otro de los puntos centrales de la publicación. Al respecto, ¿qué habría que hacer para difundirlo más siendo el teatro peruano uno marcado principalmente por su raigambre popular?

El teatro en el Perú ha tenido un desarrollo sorprendente, especialmente desde la generación del 50, en autores como Ríos, Solari, Salazar Bondy, etc., cuyas obras recibieron la adecuada difusión. En la actualidad, el teatro en nuestro país ha alcanzado un enorme espacio, una experimentación notable y una profundización insospechada. Sin embargo, no tiene su correlato en el campo de los estudios académicos. La crítica teatral, por otro lado, casi ha desaparecido en el periodismo, recluyéndose en algunos casos en las plataformas digitales. Y entre tanto, el teatro peruano es un espacio enriquecido permanentemente mediante distintas formas y estilos, con su propio impulso y su original desarrollo, dentro de una dramaturgia que integra todos los lenguajes artísticos, tal el caso de nuestro “teatro poético”, entre otros. Tampoco hay que olvidar que actualmente las prestaciones teatrales, además de continuar de manera tradicional, se han expuesto de manera sorprendente a través de las redes sociales y sistemas de reuniones virtuales, donde se pueden ver obras de buena factura.

—La primera impresión que deja la lectura de En el nombre del Perú, es que la base de la tradición literaria peruana es la poesía. ¿Qué piensa de la poesía peruana actual? ¿Siente que se está haciendo justicia con las poéticas que se lo merecen?

Desde las expresiones incaicas hasta la actualidad, la poesía peruana ocupa un lugar señero en el Perú, en Latinoamérica e, inclusive, a nivel mundial. Su presencia es “abrazadora y abrasadora” y es, por eso, la base de nuestra tradición. Actualmente, su multiplicación en todo el país corre de prisa y, dentro de esa multiplicidad, hay jóvenes notables que siguen apareciendo en cada una de las generaciones. La crítica literaria no puede dar cuenta de todo este fenómeno, ella misma queda limitada por la presencia de tanto talento enriquecedor. Esta es una de las razones por las que unos jóvenes de gran proyección poética no alcanzan el respaldo que se merecen. Anoto, por ser correspondiente, que la poesía es el mismo latido del ser humano. Su justa palabra. Podemos citar, entre algunos de los más jóvenes poetas actuales a Valeria Marroquín, Roy Vega Jácome y Daniel Arenas Bardales.

—¿Qué impresión general tiene de su obra y qué fines persigue?

Entre otros fines, en esta obra he buscado asir lo inasible, rastrear en la literatura peruana, hasta donde me ha sido posible, aquello de lo que hablaba Foucault, “la correspondencia original que existía entre las palabras y la cosas”. Es decir, cómo expresar con la palabra la cosa, ¿cómo expresar con palabras el Perú? Me refiero al sentido del Perú, que es de una “totalidad contradictoria”. Es ahí donde está su riqueza, sus verdaderos valores. Pero la maravilla del Perú es que todos esos espacios particulares están unidos pese a su diversidad o, inclusive, a su divergencia.

A lo largo de mi producción intelectual y artística he buscado la forma en que se entienda que la base profunda de la subjetividad está también unida a la base de la vida, a las huellas del caminar por el mundo. Es desde allí de donde proviene el sentimiento más hondo sobre el Perú. Por eso, al final del tercer tomo uso el término griego “Daimon”, que equivale a “Tertulia”, a inspiración para tratar, mediante la discusión o el diálogo, diferentes temas referidos especial­mente a la Filosofía y al Amor. Se trata, pues, de una invitación al diálogo, a la tertulia, a la crítica, a la conversación, a la exposición de las distintas opiniones y puntos de vista, que en el fondo es una forma de actualizar y aprovechar intelectualmente la riqueza heterogénea propia de nuestro ser como peruanos.

Compositora Karin Zielinski: “La música es subliminal y ejerce una influencia en ti”
Tags: en el nombre del perúmanuel pantigoso
Anterior

VIDEO | Augusto Cáceres: “Los Niños deben ser expulsados de manera deshonrosa y pública de Acción Popular”

Siguente

Alerta emprendedor: cinco consejos para incrementar las ventas por Halloween

Más Recientes

Nelson Shack: “El negocio no es hacer la obra, es adjudicársela porque ahí se perfecciona la coima del proceso de selección | Entrevista

27 marzo, 2023
Un ministro del Interior de facto, por Carlos Paredes

Un ministro del Interior de facto, por Carlos Paredes

27 marzo, 2023
Última impresión | Todos los libros hablan de Helena, por César Antonio Molina

Última impresión | Todos los libros hablan de Helena, por César Antonio Molina

27 marzo, 2023

Siguenos en:

DAMERO SAC
Jr. Huallaga 122, Lima
Central Telefónica (51 1) 4272402
@2023 Caretas

Desarrollado por :

  • Contáctenos
  • Condiciones Generales de Uso
  • Suscríbase al Boletín
  • Comprobante Digital
No hay Resultado
Ver todos los resultados
  • Política
  • Investigación
  • Nacional
  • Economía
  • Medio Ambiente
  • Mundo
  • Cultura
  • Deportes
  • Ellos&Ellas
    • Estilo de vida
    • Entretenimiento
    • Gastronomía

© 2023 Caretas