El Lama Dorje Dondrub estuvo en Lima para preparar la llegada de su Santidad Sakya Trizin, la máxima autoridad del linaje Sakya, una de las cinco corrientes del budismo tibetano. La visita será en abril y su comunidad “será bendecida con su prescencia”.
La escuela Sakya se fundó en el año 1073 d.C. y desde ese entonces el linaje ha sido transmitido dentro de una misma familia. Sakya Trizin es el número 42 en la línea y heredó la misión para transmitir el dharma de su padre.
En el Perú existe una comunidad desde hace relativamente poco tiempo y el número de personas que lo conforman “no es lo importante” dice el Lama Dondrub y asegura que: “en budismo no se hace proselitismo”. Para ellos “el trabajo consiste en mantener nuestra felicidad y si tú quieres yo te puedo explicar lo que tengo”.

Lograr ese estado de bienestar requiere “unas 10,000 horas para que uno sea un experto”, dice este Lama de origen catalán. La idea es comenzar a que todos nos sintamos felices con nosotros mismos “y no a costa de otro”.
¿Pero cómo se puede comenzar a lograr esto a través de la meditación? “Lo primero es limpiar la mente de ignorancia”, acota el Lama “porque eso hace que surja el sufrimiento”. Esa falta de conocimiento hace que “no se puede manifestar mi luminosidad”.
Las primeras meditaciones son básicamente de relajación donde lo fundamental es conectarse con la respiración y simplemente “soltar, soltar y soltar”. Eso ayuda a bajar el sufrimiento, las emociones a futuro y las creencias limitantes.
El problema es que existe la idea de que uno es lo que piensa y eso no es así. El Lama asegura que “la meditación ayuda a despersonalizar los pensamientos y a que no les demos tanta fuerza”. Esto permite que eventualmente se desvanezcan y deje de afectarnos.
Quienes logren dominar esto no solo se benefician sino que contagian su vibración a su entorno. De la misma manera como con los pensamientos que no nos gustan, nos perturba e interfieren con nuestra autenticidad y afecta al entorno.
Una de las preguntas que le hicimos al Lama Dondrub fue qué está pasando en el mundo donde hay mucho descontento, al punto que en las últimas semanas ha venido acompañado de protestas violentas. Para Dondrub “hay un despertar” aunque “la felicidad no vendrá con lo material”.
Para este Lama una protesta en silencio puede revelar mucho más que un cacerolazo y la quema de llantas o destrucción. No hay duda que hay que trabajar hacia la iluminación de cada uno.
En el Perú hay personas que están haciendo este trabajo y es por eso que su Santidad Sakya Trizin viene a consagrar a la comunidad. (Diana Zileri)