Un grupo de tres jóvenes profesionales, reunidas en un colectivo llamado Koshi Studio*, han creado un emprendimiento social cuya finalidad es crear impacto económico y psicológico en comunidades artesanales del Perú que se encuentran especialmente vulnerables.
Koshi Studio acaba de lanzar un segundo libro con diseños de los uros. Para Slavia Salinas, los Uros son especialmente vulnerables porque “siempre han vivido en la sombra entre los aymaras y quechuas. Además, “algunas entidades del Estado no se les reconoce del todo”, asegura Slavia “al punto de que su lengua, el urquillo se está perdiendo”.
No solo por la pandemia, estas comunidades por lo general viven de las compras del turismo y los ingresos son bastante fluctuantes. Este año, debido al coronavirus los ingresos se redujeron a cero. Lo que el proyecto busca es permitir que estos artesanos “logren una remuneración más sostenible”. En este emprendimiento, ellos ganan regalías por sus diseños.

Lo que Slavia Salinas, estudiante de Ciencias Ambientales, Thalía Rondon, diseñadora, y la psicológa Francesca Sabroso han podido determinar es que a menudo “los artesanos de las comunidades son contratados para que hagan determinados trabajos pero en vez que sus economías mejoren se quedan dependientes”.
Los artesanos, en las diversas comunidades del país, tienen habilidades artísticas que ellos mismos pueden explotar. Lo que Koshi busca es cambiar la dinámica y dar capacitaciones a las personas, de lo que necesiten, para lograr esa independencia.
“Les compartimos los conocimientos que la academia nos provee para que ellos obtengan las herramientas y cada vez se vuelvan más independientes y puedan tomar sus propias decisiones”.
El modelo de trabajo para el desarrollo de producto que emplean es crear el producto desde cero y trabajando de mando con los mismos artesanos, además se aseguran que la relación sea absolutamente horizontal. “Es una cocreación,” asegura Slavia.

La pandemia han sido tiempos difíciles para todos pero hacer este proyecto en beneficio de los Uros ha sido un reto ya que la comunicación “ha sido súper difícil porque están aislados y las necesidades, como alimentos, han sido urgentes”. A pesar de eso las chicas Koshi Studio no las han dejado de lado.
Otras de las cosas que hace Koshi es organizar diversas actividades para darles otras ventanas de oportunidades para que los miembros de estas comunidades tengan como transmitir su cultura a través de todos los medios que se les ofrezca.
Este mismo esfuerzo lo hicieron hace unos meses con un grupo de artistas de la comunidad shipibo-konibo en Cantagallo.
Los libros pueden ser adquiridos a través de la página de Facebook de Koshi Studio.
*Koshi, palabra shipibo-konibo, significa la energía positiva y poderosa que transmiten las plantas rao, como el tabaco y el ayahuasca.