El periodismo gonzo se caracteriza por una atractiva luz peligrosa: el autor del texto forma parte de la historia contada. Se entiende, entonces, que esa práctica impulsa a su ejecutante a una exposición de virtudes y miserias. Este mismo criterio lo podríamos asociar con la nueva muestra de Katherinne Fiedler, Lo inmenso y lo pequeño, en Galería del Paseo, de la que se viene hablando como un rumor cada vez más creciente.
Sucede que aparte de la calidad formal de las esculturas, fotografías y videos que la conforman, es el sentido de la misma lo que la eleva: la sexualidad y el erotismo de la mujer.
“De todas las individuales que he realizado, esta es la más personal, en la que me he expuesto más. La pensé tras un proceso bien solitario de reflexión muy complejo y que demandó tiempo, e incluí no solo mi biografía (de los encuentros con personas y qué quedan de esos encuentros, y cómo construir tus vínculos con tu cuerpo y el cuerpo de otros) sino también otras experiencias que conocía”, indica Fiedler.

No hay que pensarlo demasiado: Lo inmenso y lo pequeño transmite un carácter abiertamente sexual, que no se justifica sin la participación directa de la artista. A saber, los moldes de yeso fragmentado son el relieve de su propio cuerpo.
Los mencionados moldes de yeso, más las conchas marinas, las serpientes y las flores son los ejes formales en los que Fiedler se conduce simbólicamente, proyectando con ellos una eclosión sensorial/intelectiva en el espectador.
“Tengo muchas influencias como artista multidisciplinaria, pero para Lo inmenso… me fijé más en lecturas sobre el feminismo, como Feminismo vibrante. Si no hay placer no es nuestra revolución de Ana Requena. No tuve miedo de hacer la muestra y me alegra que esta incentive un diálogo, hablar de la sensualidad y del deseo de la mujer. Aquí hay duelo, pero también seducción. En Lo inmenso… está mi cuerpo y cómo entiendo el deseo. Me siento súper empoderada de poder hacerlo. Hay que hablar más de la construcción del deseo femenino y hasta me parece que la muestra es reivindicativa en ese aspecto. No sé si vuelva a hacer algo de estas características más adelante, pero no concebía Lo inmenso sin mí”.
Ineludible.