José Miguel Oviedo era uno de los pocos peruanos del círculo literario, que con trabajo y una fina pluma, logró merecidamente denominarse crítico. El jueves 19 de diciembre en Filadelfia (Estados Unidos), el doctor en literatura e investigador peruano falleció a los 85 años, pero su trayectoria y aportes a las humanidades peruanas no tendrán fecha de caducidad.

Bajo su lupa crítica colocó a figuras tales como Ricardo Palma, Oswaldo Reynoso y al premio Nobel Mario Vargas Llosa. De hecho, para el crítico literario Gabriel Ruiz Ortega, el libro Mario Vargas Llosa: la invención de una realidad es una de sus críticas más notables. Además, Ruiz Ortega resalta la labor investigativa de Oviedo, la cual dio como fruto los cuatro tomos de “Historia de la Literatura Hispanoamericana”.
¿En qué se diferenciaba Oviedo a otros críticos y académicos peruanos de la época? “Una de sus cualidades era la claridad en su exposición: “sin perder rigor, puede llegar a cualquier persona medianamente culta. Este es un factor que atraviesa el claustro académico y lo ubica en una dimensión de difusión”, explica Ruiz. El experto habla de Oviedo como un crítico “que no se casaba con nadie”.

Con respecto a las opiniones hechas a las obras de Oswaldo Reynoso y Miguel Gutiérrez, precisa que la actitud de Oviedo era caprichosa e incluso era injusto. A pesar de esto, defendía su opinión con riesgo de equivocarse. La autenticidad de la que goza la obra de Oviedo es algo de lo cual carece la crítica cultural peruana actual: “hoy en día, la crítica parece más un ejercicio publicitario que el escrutinio de una obra”.
Oviedo expresaba su opinión honesta, incluso cuando esto podría costarle enemistad. “En un tiempo fue el rey de la impopularidad”, recuerda el crítico. Aunque, no son solo la claridad, el conocimiento y la honestidad las que hacen de un lector que expresa su opinión, un crítico literario, en principio, se debe a la formación académica. “Más allá de eso, un crítico debe poder brindar luces sobre un texto o un fenómeno literario”, explica Ruiz.
La larga lista de obras de Oviedo, entre las que se pueden resaltar “Conversaciones”, “Estos 13” y la autobiográfica “Una locura razonable” son ejemplo de estas cualidades. Imperdibles para la memoria literaria.