El italiano Jacopo Villatico es economista e inversor inmobiliario. Prueba evidente de sus quehaceres la podemos percibir en lo realizado en el Casco Antiguo de Ciudad de Panamá —en la actualidad un destino turístico ineludible. Además, junto a su socio Alessandro Pighini ha invertido más de 100 millones de dólares (70 mil m2 en proyectos entregados y en pleno desarrollo) y la labor de ambos no ha pasado desaperciba, siendo saludada por Forbes, Bloomberg y Capital Financiero.
La semana pasada, Villatico estuvo en Lima y sostuvo reuniones con autoridades, buscando oportunidades de inversión mediante la sostenibilidad (a saber, ciudades inteligentes con enfoque cultural, histórico y artístico), la circularidad y la innovación.
En este sentido, aprovechando su paso por Lima, CARETAS acompañó a Villatico en un recorrido por las calles del Centro Histórico, en lo que significó una experiencia pautada por el asombro del visitante, que también debería ser del transeúnte habitual que por las prisas y apuros de esta era líquida no consigue apreciar la magia permanente de la arquitectura limeña.
“Para nosotros, no es lo mismo rescatar un edificio y convertirlo en un lugar habitacional que rescatar un teatro con un valor histórico importante y reinventarlo en clave moderna, con espectáculos artísticos, eventos culturales y actividades digitales. Lo que hemos hecho en Panamá, nos gustaría replicarlo en Latinoamérica. Hay muchos peruanos viviendo en Panamá y más de uno me ha hablado de las bondades de Lima”, dice Villatico, que no oculta su satisfacción porque lo contado/dicho por nuestros compatriotas calza con lo que ve: calles limpias, orden y respeto de las personas por el entorno inmediato.
“Sé que puede parecer extraño lo que digo, pero esa es la magia de las ciudades: a veces se necesita una mirada externa que valore lo que día a día no vemos. El Centro Histórico de Lima es un lugar limpio. Hay muchas ciudades históricas en el mundo que no lo son, están descuidadas y sin una buena administración del turismo. Toda una desgarcia. El Centro Histórico de Lima es magnífico”, precisa Villatico justo en el instante en que una niña —con uniforme escolar— se le acerca por detrás para decirle que se le acaba de caer un billete, el cual se lo entrega.
“¿Ves? Estas cosas son las que hacen distinta a una ciudad. Me gusta Lima, pero también me agrada su gente. Lima me impacta positivamente”.
Y el impacto se refuerza cuando nos dirigimos a uno de los lugares estelares de Lima: la plaza San Martín.

En el trayecto a esa histórica plaza —una de las más bellas de Sudamérica—, Villatico se detiene para apreciar y escuchar la leyenda del edificio que albergó al famoso Palais Concert —abandonado por décadas, llegando incluso a ser, en pleno esplendor de su decadencia, la sede de la discoteca Cerebro—, convertido hoy en un centro comercial y que ya ha hecho suyo la sentencia de Abraham Valdelomar: “El Perú es Lima, Lima es el jirón de la Unión, el jirón de la Unión es el Palais Concert y el Palais Concert soy yo”.
Eso es lo que manda la leyenda y qué mejor que creer en lo dicho por Valdelomar a pesar de la negación de la misma a razón de lo que señalan últimamente algunos historiadores.
“Qué hermosa plaza”, dice Villatico ante la imponencia tanto de la plaza San Martín como de la fiebre vital de la gente que transita por ella.
“Es un lugar que está muy protegido. Hay gente muy distinta entre sí y esto es lo que hace más rica una ciudad. Me alegra que se estén aprovechando espacios así”, dice Villatico mientras caminamos por los portales del edificio Hidalgo, en dirección al teatro Colón, que está en plena remodelación y que en sus épocas decadentes fue un cine porno. A lo que Villatico indica:
“Muchos grandes teatros, con historia y fervor cultural, tuvieron su época de cine porno. Lo mismo pasaba con el Teatro Nacional de Panamá que hemos restaurado. Hay lugares que nos interesa rescatar. La gente de Lima, Sudamérica, merece estar en contacto con su riqueza cultural, con esta arquitectura que no tiene nada que envidiar a otras del mundo”.
A su regreso a Panamá, Villatico y su socio analizarán las posibilidades de inversión en Lima, pero lo que sí es axiomático es que lo caminado/vivido/respirado en el Centro Histórico no se lo quitará nadie.