Una película peruana que se acaba de estrenar y que merece ser vista: Tiempos futuros de Víctor Checa. Además, la misma en las últimas horas ganó el premio a Mejor Película en el Festival de Cine de Huánuco.
Checa nos presenta la historia del inventor Luis (Fernando Bacilio) y su hijo adolescente Teo (Lorenzo Molina). Ambos trabajan en una máquina que tenga como finalidad generar lluvia en Lima, que por cierto tiene todas las señas de la indefinición espacial: ¿es así como se vería Lima en un futuro o es la Lima tal cual hoy?, pregunta/impresión que refuerza la atmósfera gris que presenta Checa, con una fotografía en estado de gracia a cuenta de los espacios del Centro de Lima y distritos escogidos.
Sí, es a la vez Lima, pero a la vez no. En esa tensión, la primera cualidad de Tiempos futuros.
El hilo argumental, es sencillo: a la intención del padre de crear una máquina que haga llover, se suma el problema de una deuda que no puede cumplir y que asumirá Teo. Para tal fin, él accede a la invitación —a razón de sus habilidades para la electrónica— de una banda juvenil (excelentes Jeremi García, Paulina Bazán y José Flores) que trafica con información personal.
En esta experiencia, Teo comienza a descubrir un mundo distinto al que vive con su padre, a ser autónomo en sus decisiones y a sentirse a gusto con los integrantes de la banda. Se entiende entonces que la interacción entre padre e hijo tiene a la incertidumbre como base (a saber: la escena en la que Luis busca a Teo en una discoteca por la llave de la casa): ¿está mi hijo comprometido con lo que hago?, ¿tiene sentido lo que mi padre está haciendo?
Consignemos también que Tiempos futuros exhibe lo que pocas películas hoy: el toque personal, la marca del director. No solo por los espacios elegidos, sino también por la banda sonora, que en su confluencia suscitan un efecto poético sensorial e intelectivo que nos remiten a algunos trabajos de Leos Carax y Olivier Assayas.
Como ya hemos señalado anteriormente en CARETAS, resulta necesario buscar métodos/estrategias que permitan que las películas peruanas puedan quedarse un poco más en la cartelera local. Si no fuera por ciclos de cine como el de la CCPUCP, películas como esta estarían olvidadas. Situación injusta porque Tiempos futuros derrocha calidad por donde se la mire.