La segunda adolescencia que nos plantea Alejandro Hernández en esta exposición, alude a la experiencia de crisis —individual y colectiva— vivida al desmoronarse el espejismo de nuestro supuesto progreso y desarrollo de cara a la pandemia de la Covid-19 y la rápida sucesión de profundas crisis políticas que se desencadenaron desde 2020 (si bien sus antecedentes datan de 2016).
De cara a la enfermedad y la muerte desatadas, la fragilidad de la vida se hizo patente. Pero también la desigualdad, obscenamente evidenciada en las dificultades de acceso a los servicios sanitarios que desvelaban la precariedad de nuestro sistema social, político y económico, a todas luces impulsado por la avaricia. En ese amargo despertar se desvaneció la fantasía del ascenso social vía el consumo —que nunca tuvo un asidero real— y cuyos efímeros placeres, viéndose indefensos ante la soledad del aislamiento social y el acecho de la muerte, revelaron ser solo un señuelo del capitalismo tardío.
El artista recorre esta historia de crisis y de libertad —descubrirse desamparado es una forma trágica de libertad— deteniéndose en distintos episodios de nuestra historia reciente, los que recrea paródica y críticamente en una serie de pinturas y dibujos en las que combina la lógica de la escena épica (orientada a la narrativa histórica), la caricatura política (cargada de elementos anecdóticos), y el meme (como forma de síntesis satírica), buscando evocar la trascendencia y banalidad de estos tiempos.

Recurriendo a su claro dominio del dibujo y empleando estéticas derivadas del arte moderno (el expresionismo, el dadaísmo, alusiones sutiles al pop, guiños a Otto Dix y al Picasso del Guernica), del cómic y de los dibujos animados —todo con un evidente sentido simbólico—, Alejandro Hernández nos traza una visión descarnada de la realidad que se manifiesta simultáneamente cómica y dramática. A ello apuntan los cruces desconcertantes entre personajes históricos, figuras de la política peruana, personajes de ficción, personajes diversos, animales y animales antropomorfizados, emblemas políticos, logos corporativos, texto, y un enorme abanico de monstruos y demonios que interactúan en escenarios que pueden remitir a locaciones específicas (un chifa, un hospital, un karaoke, un comedor, la ciudad, un bosque, etc.) como ser enteramente abstractos. Las figuras retratadas aparecen abocadas a su supervivencia y su goce individuales. Pero dicha supervivencia y goce procurados a toda costa se descubren, más que inalcanzables, inútiles y frustrantemente insatisfactorios, pues además de fugaces, erosionan nuestras posibilidades colectivas, sociales y, por ende, finalmente políticas.
A través de esta combinatoria visualmente paradójica y explosiva, el artista plantea una feroz crítica social del Perú del post-bicentenario, que más que un tiempo de reafirmación de las grandes aspiraciones que dieron origen a nuestra república democrática, se presenta como del fin de la era de una ilusión.
(Max Hernández Calvo).
*Curador de la muestra La segunda adolescencia de Alejandro Hernández.
…
Datos:
Artista: Alejandro Hernández
Curaduría: Max Hernández Calvo
Temporada: Hasta el 4 de junio del 2023
Lugar: Galería de Artes Visuales de la Universidad Ricardo Palma
Dirección: Av. Arequipa 5198, Miraflores (Centro Cultural Ccori Wasi)
Horario: De lunes a domingo de 11:00 am. a 8:00 pm. (incluido feriados)
INGRESO LIBRE