En el jirón Amazonas, a metros del parque La Muralla, se puede apreciar una muestra fotográfica que nos saca del apuro para sumergirnos en una experiencia que deberíamos atender más: la fe.
No interesa si uno es creyente o no, porque la fuerza de las fotografías en blanco y negro exhibe una pasión cuya práctica se da desde el siglo XVII: la puesta en escena de la ceremonia íntima del Santísimo Cristo del Descendimiento, que se realiza cada Viernes Santo en el interior de la capilla Nuestra Señora de la Soledad, la cual no solo involucra a religiosos, sino también a devotos que recorren —vestidos a la usanza virreinal— las calles del Centro Histórico, suscitando en el ciudadano un asombro atemporal.

“No me considero religioso, pero siempre he sido una persona de fe y esta ceremonia sigue generando profundas sensaciones en mí”, dice el experimentado reportero gráfico Pancho Rodríguez sobre Siglos de fe, la Cofradía de la Soledad y la Semana Santa de Lima.

“En mi labor periodística he cubierto muchos acontecimientos, incluso casi pierdo la vida cuando se estrelló el helicóptero en el que iba para cubrir el terremoto de Ica, he sido amenazado también, sin embargo, conmigo ha estado ese sentimiento inefable y mágico, que plasmo en esta muestra. En tiempos de incertidumbre, hay que detenerse para reflexionar. Vivir es todo un privilegio y hay que estar agradecidos”.
Maestro.
