Este lunes 19 se llevó a cabo en la referencial Librería Sur la premiación de la segunda edición del Concurso del Cuento de las Mil Palabras de CARETAS.
Fue una reunión íntima en aroma a libros y satisfacción. El espacio designado para la premiación resultó más que ideal: una metáfora de lo que es también la política cultural de CARETAS: creer en la fuerza de la palabra como medio estético y también como poderoso símbolo de resistencia.

He ahí pues el núcleo de este concurso en lenguas originarias: en Perú hay más de 48 lenguas originarias que corren el peligro de desaparecer. En este sentido, CARETAS apostó para celebrar los 40 años de su canónico concurso literario en castellano con la segunda edición de su variante en lenguas originarias, por el solo hecho de que el peligro en el que están las lenguas originarias es para tomarlo con pinzas, porque en ese nefasto propósito no solo están los prejuicios sociales existentes, sino también un aparato burocrático que las considera innecesarias en la formación de las personas (a saber, se las quiso borrar del mapa en la gestión presidencial anterior, anulando la Educación Intercultural Bilingüe, IEB, de los colegios).
Más de un centenar de cuentos —en ocho idiomas— de distintas del Perú fueron traducidos para el jurado conformado por los especialistas Roger Rumrrill, Leo Casas, la periodista e investigadora Teresina Muñoz Najar y Gabriel Ruiz Ortega, editor de Cultura de CARETAS.

Tras varias reuniones virtuales, el jurado decidió premiar con el primer puesto el siguiente cuento: “La niñez y la vida de un yanesha” de Gerónimo Ciriaco Ortiz (Alto Izcozacin, comunidad en la selva de Pasco). Con el segundo lugar: “La liberación del zorrito Run Run” de Leoncio Sejje Mamani; y con el tercer puesto: “Gritos de espanto” de Onan Huamaní Villasante.
Aquí puede ver quiénes obtuvieron las Menciones Honrosas.
Los ganadores recibieron las legendarias máscaras de CARETAS y 2500, 1500 y 500 dólares.
Usted puede leer los tres cuentos ganadores en la edición impresa de CARETAS que salió a la venta el 15 de diciembre. Y para leerlos en las lenguas originarias hacer clic aquí.
Yanesha Gerónimo Ciriaco Ortiz ganó primer puesto. Aymara Leonocio Sejje Mamani ganó segundo puesto.
Enrique Chávez, director de CARETAS, entregó el galardón a Ciriaco; Gabriel Ruiz Ortega hizo lo propio con Sejje; y Malena Sanseviero de Librería Sur con Elízabeth Villalba, en representación de su esposo Onan Huamaní, que no pudo salir de Paucartambo, Cusco.
Los cuentos premiados, aparte de su luz literaria, también abarcan aspectos temáticos a tener en cuenta hoy: la riqueza cultural de los pueblos originarios, como el respeto a las costumbres y a la naturaleza; el diálogo con la actualidad, reflejado en recientes sucesos que captaron la atención del público; y el llamado de atención ante la galopante destrucción del planeta Tierra.

Es decir, vistas de lejos y de cerca: las lenguas originarias son pasado, presente y futuro inmediato. Por eso, urgen políticas concretas para garantizar su proyección cultural y social. No es exageración: las lenguas originarias también son el objetivo de las economías ilegales y mafias que vienen destruyendo la Amazonía mediante la trata de personas, el narcotráfico y la maderería informal.
Este propósito de CARETAS de visibilizar las lenguas originarias —su cuidado y preservación no solo es importante como tal, sino que ellas podrían generar polos de desarrollo, teniendo en cuenta el interés académico y cultural que hay en el mundo por estas lenguas ancestrales— no habría sido exitoso en su edición 2022 sin el invalorable compromiso del Ministerio de Cultura, el Ministerio de Educación y la Fundación BBVA.