Además de su esplendor tipográfico (en creativo diseño contiene la antología Aquel bello pariente de los pájaros, el poemario Variaciones rumanas, la plaqueta Ensayo a dos voces, el extenso poema Viento impreso en una serie de tarjetas, un álbum fotográfico y dos posters), el Box set con que Víctor Ruiz Velazco, mediante Lustra Editores, rinde homenaje a César Calvo constituye una importante contribución al estudio y edición de una de las voces mayores de la Generación del 60 y, en general, de la poesía peruana contemporánea.
Revisando el archivo de Calvo, ha constatado que “requiere de la sistematización de una cantidad enorme de folios que supera la relación de seis a uno respecto de la obra publicada por Calvo; en suma, (…) un proyecto futuro, un compromiso público de esta editorial con la obra de César Calvo y sus herederos” (Aquel bello pariente de los pájaros, p. 9).
LEE | «Todos los trabajos que hago, los realizo con todo mi corazón», dice la artista plástica Chonon Bensho sobre su exposición «Metsá Nete»
Si algo resalta en el Box set es la capacidad proteica de Calvo para hacer suyo otro universo poético, reelaborándolo desde sus propias necesidades expresivas. Tal acaece con el Ensayo a dos voces que compuso al alimón con su compañero generacional Javier Heraud: la característica voz de Heraud se expande en dúo, enriquecida por su “afinidad espiritual” con Calvo (ante la muerte, el ciclo de la naturaleza y la esperanza en un futuro mejor). Al respecto, lo mismo ocurrió cuando colaboró con las novelas de Manuel Scorza, siendo ambos novelistas de aliento poético y óptica realmaravillosa entropados con las luchas del pueblo peruano; nótese que la historia de Maca Albornoz la incluye Calvo como suya en su Edipo entre los inkas.

Resulta notable cómo el Box set califica a las Variaciones rumanas como transducciones: traducciones transformadas a modo de las variaciones musicales a partir de un tema ajeno. Incluso detecta una estructura: “Calvo conjura así la experiencia totalizadora de una experiencia colectiva (16 poetas rumanos) que se modula en el tiempo cíclico en su propia visión de dicha experiencia: vida, muerte y resurrección representados en las estaciones del año” (Variaciones rumanas, p. 9).
La cereza de este homenaje es un inédito: la transducción hermosísima del poema Viento, del búlgaro Dobri Zhotev. Calvo proclama el triunfo de la vida sobre la muerte: “No importa que un día / me vean tendido en mi lecho postrero. / Llegada esa hora, no se entristezcan. ¡Canten! // ¡Canten! Yo estaré vivo: / aquel que ha escuchado la canción de la vida / la seguirá escuchando por siempre”.