El historiador Juan José Pacheco Ibarra escribió una reseña sobre la Casa Marcionelli que se perdió para siempre en el incendió que se produjo durante las manifestaciones de la llamada “Toma de Lima”.
Pacheco Ibarra es autor del blog Rincón de Historia Peruana, donde a través de sus publicaciones pone en valor diversas edificaciones de la ciudad. Muchas de ellas, como la Marcionelli, declaradas Patrimonio Nacional.
La Casa Marcionelli se construyó en los años 20 del siglo XX. Perteneció a Severino Marcionelli (1870-1957), un suizo que llegó al Perú a los 20 años Él había nacido en en Bironico, cantón de Ticino, Suiza, y vino al Perú a trabajar en la construcción del túnel de La Galera, en Ticlio, el más alto del mundo.

Pacheco describe a Marcionelli como “un gran empresario” que incursionó en la minería. Llegó a ser dueño de la negociación Puquio-Cocha, la mina de San Ildefonso y la mina de carbón de Chuicho. Fue además fundador de la mina Morococha de la que también se hizo cargo de la organización de su pueblo minero.
En su escrito, Pacheco nos señala que Marcionelli “incursionó en el sector agropecuario siendo dueño de la ganadera Uchupata de Huari y en el negocio inmobiliario, siendo presidente de la compañía urbanizadora Jesús María e inversor en la construcción del Hotel Bolívar”.
“Su gran fortuna económica la destinó a obras de beneficencia, Marcionelli fue miembro de la Sociedad de Beneficencia de Lima, donando 100 mil soles para la construcción del hospital Arzobispo Loayza. En recuerdo de uno de sus hijos que murió a temprana edad apoyó económicamente la construcción del hospital del niño.

El señor Marcionelli se convirtió en el miembro más importante de la colonia suiza en el Perú, desempeñando el cargo de cónsul honorario de Suiza en Lima. También fue miembro de la Sociedad Helvética, el Club Nacional, el Club de la Unión, la compañía de seguros Italia y la Sociedad de Mineria y Petroleo.
De regresó al Perú adquirió junto a su socio, el señor Hanza, un terreno en la calle del Pacae, hoy cuadra 9 del jirón Carabaya, para construir esta hermosa residencia de tres pisos, terminada en el año 1923. En esta casa funcionó la sede del consulado general de Suiza y las oficinas de las empresas agropecuarias y mineras del señor Marcionelli hasta fines de los años 40”.
