Los perseguidores (Lima, Colmena Editores, 2002, 159 pp.), el primer libro de cuentos de Pablo Ignacio Chacón (Lima, 1975), no muestra los titubeos de una obra en ciernes. Al contrario, mediante un dominio fuera de lo común de la narración fantástica, adicta a las tramas inquietantes insólitas, hipnóticamente obsesivas, subyuga al lector con la consistencia de un autor literariamente maduro.
Bien puede aplicarse a sus textos la caracterización que hace, en “El beso de la luna”, de las historias (“ciertamente absurdas”) de una niña que padece una patología sin antecedentes en la literatura médica: “Obligándome a poner de lado lo clínico, lo psicológico, lo analítico, dejándome arrastrar por sus adjetivos cuidadosamente escogidos, por su manejo despiadado del suspenso, por el ritmo envolvente de su relato” (pp. 49-50). Se trata de un “arte misterioso” (p. 50) que acierta plenamente en seis de las nueve narraciones (los tres restantes no carecen de interés, de todos modos): “El pájaro yeyén”, “El vigilante”, “La huaca inútil”, “El beso de la luna”, “Animales” y “Los desterrados”, dignas de una antología del cuento actual no solo peruano, sino hispanoamericano.

A la herencia capital de Kafka y del fluir libérrimo de la prosa de Cortázar (el título “Los perseguidores” parece remitir al célebre “El perseguidor”, aunque explora predios imaginativos diferentes, distópicos y tanáticos), dos piezas (“Los desterrados” y “Albedrío”) agregan el gusto borgiano por brindar otras versiones de lo narrado.
Además, el Colofón reelabora memorablemente la multiplicidad de Pessoa (y de “Borges y yo” de El hacedor): “Este libro no es la obra de un único autor. En cada jornada de su composición, las manos que retocaban y arruinaban sus párrafos eran distintas de las que trabajaban antes sobre el texto. Si bien cada uno de estos autores compartía con el otro las mismas manías, enemigos y generales de ley, no se trataba de una misma persona (…) gracias, quizá, a una banca de suplentes infinita o a una máquina de clones defectuosa” (p. 159).