Probablemente en otro contexto, No Mires Arriba, la cinta estrenada el 24 de diciembre en Netflix y que inmediatamente se convirtió en lo más visto de plataforma, hubiera pasado como una comedia satírica más de Adam McKay, sin embargo ha generado las reacciones más extremas porque toca carne. Porque si bien, la idea inicial era ironizar sobre la posición negacionista de Trump con respecto al cambio climático, es inevitable relacionarla también con los negacionistas de la pandemia, con cómo se ha manejado políticamente en el mundo y cómo han actuado muchos medios de comunicación, que por un lado dan las cifras de contagios y muertes en sus noticieros, pero por otro, siguen haciendo programas en vivo y con público “porque el show tiene que seguir”.
La trama es la siguiente: El doctor Randall Mindy (Leonardo DiCaprio) y su estudiante, la científica Kate Dibiasky (Jennifer Lawrence), descubren un enorme cometa que en pocos meses chocará con la Tierra y acabará con el planeta, por lo que alertan, primero al gobierno para que tome cartas en el asunto, y se encuentran con Janie Orlean (Meryl Streep), una presidenta arrogante y egoísta, a la que solo le interesa seguir subiendo en las encuestas, por lo que decide ocultar la noticia, pues no le conviene a sus intereses.
Ante la actitud de la mandataria, se animan a tocar las puertas de los medios de comunicación y se llevan otra decepción, ya que estos prefieren hablar de los chismes de la farándula o del Super Bowl, sin tomarlos en serio. Por supuesto, también aparecen las grandes corporaciones que buscan sacar provecho de las circunstancias. Ante la desesperación de los científicos y, tal como sucede en la vida real, ellos se convierten en objeto de burla, son los protagonistas de memes, las noticias falsas se filtran por las redes sociales y aparecen teorías de la conspiración que cuestionan la veracidad de los hallazgos científicos ¿les suena conocido?
Esa es la razón de tanto debate: No Mires Arriba es un espejo de lo que vivimos actualmente, pero algunos detestan verse reflejados en ese espejo porque se ven ridículos y entonces califican a la película como una caricatura y dicen que es imposible tomarla en serio. Y están los que la aman y piensan que es una de las mejores películas del año, alaban el humor negro de McKay y asumen que como en toda sátira, todo es mucho más exagerado, aunque la verdad no sé si, realmente, hay exageración, porque el lema de los negacionistas de la historia: “No Mires Arriba” (para no ver el asteroide que ya se puede ver en el cielo), equivale al “El virus no existe” de los negacionistas de la vida real.
Aún en tono de comedia satírica, No Mires Arriba es una película reflexiva que llega en el momento preciso y que vale la pena ver.