La película más reciente de Disney y Pixar que estrenó en la plataforma ya es todo un éxito, no solo por la historia, sino porque sorprende el lugar elegido: la costa mediterránea italiana, invitando a la audiencia a disfrutarla con los cinco sentidos, desde sus exquisitos platos e imponentes paisajes hasta el encanto de los habitantes de la zona.
Así, la historia de Luca gira en torno a las andanzas de un niño que vive un verano inolvidable en el pequeño pueblo costero de Portorosso, donde el pequeño se embarca en aventuras increíbles llenas de gelato, pasta y motos Vespa, acompañado de su nuevo mejor amigo, Alberto.
Y es que para crear el mundo de Luca, el equipo de producción hizo un viaje de investigación por la costa italiana, donde se empaparon de las características que el director Enrico Casarosa -oriundo de Génova, Italia- quería que estuvieran presentes en la película. A partir de ese recorrido, el equipo creó Portorosso, el pequeño pueblo ficticio de la costa italiana donde transcurre la historia. Inspirados en localidades antiguas como Vernazza, Riomaggiore y Corniglia -pueblos que integran la franja de Italia conocida como Cinque Terre- los realizadores replicaron en Portorosso la geografía, los paisajes y la arquitectura de las locaciones reales.
Otro de los fuertes paralelismos entre la película y la realidad se evidencia en la comida, un elemento con gran presencia en la historia que a su vez es central en la cultura italiana. En este sentido,Luca es un auténtico homenaje a la gastronomía de esa zona del país.
Así es que mientras los más pequeños disfrutan de las aventuras de Luca, los adultos se entusiasman con los hermosos paisajes, al punto que mucha gente alrededor del mundo ya comenzó a planear un próximo viaje a la costa italiana.
Leyenda
-Luca, su amigo Alberto y el infaltable gelato.