La primera frase que se le vino a la mente a muchos peruanos al ver y escuchar las entrevistas al presidente Pedro Castillo fue la del nombre de una dupla de comediantes que está dando la hora, tanto es sus podcasts como en shows en vivo: “Hablando huevadas”, tanto que después de la transmisión de cada entrevista, las redes sociales se inundaban de memes con el logo de ese programa.
Claro, el objetivo de Ricardo Mendoza y Jorge Luna, los protagonistas de este espectáculo de improvisación es hacer reír al público, haciendo exactamente lo que indica el título: hablar huevadas; pero si el que hace eso, es el primer mandatario del país, ya no da tanta risa.
Y el presidente Castillo ha demostrado que no importa quién sea su interlocutor: ya sea Hildebrandt (aunque esa primera entrevista no fue televisada, lamentablemente), un demasiado amigable Lúcar o un incisivo periodista de la CNN como Fernando del Rincón, su libreto ya estaba aprendido: “Nadie me ha preparado para ser presidente”, “Soy un hombre de pueblo”, “No conozco a Karelim López”, “Estoy aprendiendo”, “Hago un llamado desde acá para que me ayuden a gobernar”, etc. etc. En algunas entrevistas se puede mostrar más relajado, en otras más tenso, pero al final, el resultado es siempre el mismo: improvisación total.
Por eso me parece un tanto absurdo que algunos colegas se hayan pasado días analizando y criticando las preguntas de Hildebrandt o de Lúcar y algunos hasta las de del Rincón. Vamos, son sus respuestas las que los pintan de cuerpo entero, ya sea haciendo un supuestamente divertido tour por Palacio de Gobierno como con Lúcar o haciéndose el que no escuchaba o no entendía determinadas preguntas y diciendo ¿perdón? ¿perdón? para ganar un poquito de tiempo antes de responder como sucedió con del Rincón.
Ah, y si no era un tema ensayado en su media training, siempre había el recurso del “Te lo respondo en la próxima entrevista”, como un ‘ampay me salvo’.
Y no se trata de si habla bonito o no tiene cualidades de orador, no. Aunque desespere un poquito su falta de concordancia en género y número, el CÓMO lo dice es lo de menos, lo importante es QUÉ dice. Y lo cierto es que por las cosas que ha dicho en estas entrevistas, el presidente se ha metido en serios problemas. A pesar de su intento de ser cauteloso en lo que se refiere política internacional, por ejemplo, al extremo de no atreverse a dar una opinión concreta sobre los modelos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, aseguró que consultaría al pueblo sobre la posibilidad de dar acceso al mar a Bolivia desde territorio peruano, lo cual no solamente es inconstitucional, si no que ha sido interpretado, por muchos, como traición a la patria.
Al parecer, seis meses no fueron suficiente, para un buen media training.