El domingo fue la ceremonia de entrega de los Emmy, el evento que reconoce a lo mejor de la televisión estadunidense. Cada vez que veo una premiación como esa (siempre con algo de envidia), no puedo dejar de preguntarme ¿si aquí en el Perú hubiera algo similar, qué programas estarían en las diferentes categorías? ¿Se imaginan?
Para empezar, las categorías tendrían que ser totalmente distintas. Tendría que haber, por ejemplo, una a mejor programa de chismes, para poder incluir espacios como “Válgame Dios”, “En boca de todos”, “Magaly TV” y varios más que van por ese camino. Traten de imaginar, por un segundo, el discurso del ganador: “Gracias por valorar nuestra capacidad de meternos en la vida de los demás, nuestro esfuerzo por hacerles saber quién se acuesta con quién, quién le saca la vuelta a quién y ese tipo de cosas tan importantes para nuestra sociedad”.
¿O qué dirían los ganadores de “Esto es guerra”, que de hecho recibirían un galardón? La otra opción sería declarar desiertas la mayor parte de categorías, si de verdad se quisiera premiar, como sucede con el Emmy, la “excelencia”. A veces creo que es por eso que nadie se atreve a hacer un evento de ese tipo en el Perú. Lo que se hace cada fin de año, son premiaciones a la popularidad, cuyos ganadores se eligen, incluso, por votación del público por internet. Y vamos, ya se sabe cómo se pueden manejar esas cosas, con robots que votan mil veces por minuto y eso, al margen de que la cantidad casi siempre es inversamente proporcional a la calidad. Pero bueno, es lo que hay, y los galardonados celebran sus premios como si se tratara de un Óscar.
En cuanto a ficciones, por ahí alguien preguntó en las redes sociales, mientras veía la ceremonia de los premios Emmy ¿y en el Perú cuáles son las mejores series? En la televisión abierta simplemente no hay series, hay telenovelas que duran varias temporadas. Aunque hubo intentos recientes como “Comando Alfa” (policial) y “Clave uno: médicos en alerta” (de hospitales), bastante buenas, que si bien no tuvieron una gran respuesta, demuestran que de poder, se pueden hacer cosas buenas. Y eso que no quiero retroceder a otras épocas, cuando se hizo “Gamboa”, protagonizada por el gran Eduardo Cesti, que fue todo un fenómeno.
Pero, para que mi amigo Eduardo Adrianzén no diga que soy de las que piensan que todo pasado fue mejor, reconozco que se están atreviendo a hacer producciones en los que se tocan temas difíciles como “En la piel de Alicia”, a la que ya le dediqué una columna. Estoy segura de que a partir de ella, vendrán más cosas de ese tipo.
En el cable, Movistar Series, ha comenzado a producir algunas cosas en distintos países de América Latina y la primera serie peruana es “Un día eres joven”, una comedia sobre los millenials que, por ahora, solo se ha estrenado en Movistar Play y que luego pasará a la pantalla, igual que “El día de mi suerte”, que narra las aventuras de un peculiar imitador de Héctor Lavoe y que se estrenará en noviembre, así que, de repente, quizás, tal vez, el próximo año podríamos estar hablando de una televisión peruana distinta. La clave está en entender que la televisión sirve para mucho más que para entretener. Cuando vemos a actores, guionistas, directores, etc, recibir un premio (como el Emmy) y hablar de cuáles son los mensajes que quieren dar con sus respectivas producciones, de por qué se atrevieron a abordar ciertos temas “incómodos”, nos damos cuenta de que no solo es importante, sino también valiente y necesario hacerlo. Ojalá los productores y los canales peruanos se den cuenta de eso y apuesten por mejores contenidos.