El pisco Demonio de los Andes Acholado ganó medalla de oro en la categoría “eau-de-vie blanche” en el prestigioso Concurso Citadelle du Vin que realiza todos los años en la ciudad francesa de Burdeos.
El concurso Citadelle du Vin, que existe desde el año 2,000, es patrocinado por la Organización Internacional de la Viña y del Vino (OIV) lo cual garantiza la seriedad del certamen.
El jurado, cuidadosamente escogido por la organización está compuesto por 50 degustadores, principalmente enólogos, reconocidos a nivel mundial y que durante los días de la competencia se dedican a elegir, entre más de 1,200 muestras que proceden de alrededor de 30 países, los mejores vinos.
Según las estrictas reglas de Citadelle du Vin los concursantes tienen garantizado que la evaluación de los vinos es absolutamente en anonimato. El equipo de Tacama que viajó llevando el Demonio de los Andes es testigo de que aquí “no se permiten gestos ni mímicas”.
TIERRAS ESPIRITUOSAS
El Pisco Acholado se produce en el viñedo de Tacama en Ica que tiene la dicha de contar con las condiciones naturales perfectas para la viticultura: veranos cálidos, con bajas precipitaciones, noches largas y frescas “gracias a la corriente del Humboldt”.
Su proceso de producción es clásico. Para respetar la integridad de los racimos, las uvas se cosechan de manera manual y en su punto óptimo de madurez.
Se despalillan las uvas de las cuatro variedades que se incluye en el acholado: moscatel, quebranta, albilla e italia. Se prensan por separado y en equipos enológicos modernos, antes que se fermente a temperaturas controladas. El vino obtenido de cada variedad es destilado en alambiques de cobre. El secreto está en el porcentaje ideal de cada variedad “para conseguir complejidad aromática, volumen y suavidad en boca”.
Al parecer lo consiguieron. ¡Salud!