Los dos grupos antagónicos de congresistas del Frente Amplio y el APRA que viajaron la semana pasada a Montevideo libraron una competencia de cobertura mediática y artículos de opinión de especialistas uruguayos a favor y en contra del pedido de asilo de Alan García.
Los apristas observan el resultado de pronóstico reservado y adelantan que, según la Convención de Caracas, si el asilo es rechazado Uruguay no puede dejar a García así nomás, de patitas en la calle.
Una opción es trasladarlo a otra embajada en la que pueda volver a solicitar un asilo. El propio García reconoció que la de Colombia fue una opción que se descartó en favor de Uruguay. Otra fórmula es buscar volver a Madrid.
Norberto Sanguinetti es medio hermano del expresidente Julio María Sanguinetti, quien se ha declarado a favor del asilo a Alan García. Y es el uruguayo clave en la trama de Odebrecht. Lo conocen como Betingo y es actualmente consejero del club de fútbol Peñarol.
En agosto de 2017 fue detenido y quedó en libertad tras pagar US$ 30 mil de fianza. Trabajó en la filial uruguaya de la Banca Privada de Andorra y fue señalado en Odebrecht como el contacto que trianguló con la constructora el pago de sobornos en el Principado.
“Es un muchacho serio y decente”, dijo entonces el exmandatario de su familiar.
Formalmente, la fiscal Mori relaciona a Sanguinetti con el caso de Miguel Atala, ex vicepresidente de Petroperú en el segundo gobierno aprista, a quien Odebrecht le pagó US$ 900 mil supuestamente por un terreno. Pero las coimas que depositaron al exviceministro Jorge Cuba y otros exfuncionarios en el marco de proyecto del Metro de Lima, también fueron a parar en la Banca Privada de Andorra.